México moviliza al Ejército para salvar de la extinción al mamífero marino más raro del mundo

La llaman vaquita marina o cochito, es conocida popularmente como el "panda del mar", los científicos la denominan Phocoena sinus y es el mamífero marino más raro del mundo. La especie está en peligro crítico de extinción, sobre todo, debido a las redes de trasmallo ilegales que se utilizan para atrapar totoabas (Totoaba macdonaldi), un pez cuyo buche puede alcanzar precios desorbitados en China por sus supuestas propiedades medicinales. El Gobierno de México y la organización ambientalista Sea Shepherd se han aliado para evitar que la vaquita marina desaparezca para siempre.

Desde hace unos meses, buques de la Armada mexicana, aviones de observación y embarcaciones conservacionistas patrullan la parte superior del Golfo de California en una carrera contrarreloj para salvar de la extinción a este cetáceo. No será fácil: en 2015 quedaban 97 ejemplares, en 2017 menos de 40 y en la actualidad se supone que unos 10.

No obstante, un reciente estudio publicado en la revista ‘Science’ por un grupo de biólogos de la Universidad de California ha concluido que la especie podría sobrevivir por su cuenta. "Si se puede eliminar el riesgo de mortalidad por captura incidental causada por los pescadores, existe la posibilidad de que esta especie no se extinga", concluye el estudio.

"La vaquita no está condenada por factores genéticos, como mutaciones dañinas, que suelen afectar a muchas otras especies cuyo acervo genético se ha reducido de manera similar", explica uno de los autores del estudio, Christopher Kyriazis.

El estudio demuestra también que la consanguinidad, inevitable debido al reducido número de ejemplares de vaquita marina que quedan en el mundo, no representa un riesgo tan grande para la especie como se pensaba. Los autores del estudio han destacado que el futuro de la especie está en las manos del ser humano.

Conflicto diplomático

La vaquita marina ha provocado, incluso, un conflicto diplomático entre México y los Estados Unidos, pues las autoridades de este último país habían lanzado severas críticas contra las del primero, al considerar que no estaban haciendo lo suficiente para proteger a la marsopa más pequeña del planeta, que cuenta entre sus defensores con el conocido actor Leonardo DiCaprio.

La Marina mexicana reaccionó a las críticas estadounidenses intensificando la vigilancia. El despliegue militar se produjo después de que un grupo de investigadores avistara en el otoño pasado ocho especímenes de este mamífero, entre cuyas características destacan los distintivos círculos negros alrededor de sus ojos.

El único hábitat de esta especie es una pequeña área en el Golfo de California. El personal de la Marina y activistas del grupo conservacionista monitorean ahora esa zona todos los días, buscando redes ilegales y evitando que los pescadores se acerquen a la que han denominado "zona de tolerancia cero".

Es la última fase de la "Operación milagro", impulsada por Sea Shepherd en 2015, con el único objetivo de evitar la extinción de este raro animal. Aviones del Ejército de Máximo patrullan a diario buscando barcos que se aventuren en aguas prohibidas.

"Los esfuerzos que hemos visto, específicamente en los últimos tres o cuatro meses, significan que la vaquita tiene ahora la mejor oportunidad de pelear que ha tenido en décadas" para salvarse de la extinción, subraya el CEO de Sea Shepherd, Chuck Lindsey.

Enfrentamientos violentos

La Armada mexicana ha recuperado ya más de 70 redes ilegales este año, mientras que el año pasado localizó y retiró 172. Las redes de trasmallo forman barreras invisibles para las especies marinas que pueden abarcar varias decenas de metros en el agua y atrapan no solo totoabas (cuya captura está prohibida), sino también vaquitas marinas, ballenas, delfines, tiburones y tortugas, denuncia Sea Shepherd.

Las autoridades mexicanas revisan ahora que los pescadores del alto Golfo de California cuenten con los trámites necesarios, y posteriormente revisan sus redes. Los funcionarios también recorren las playas en busca de redes arrojadas a tierra.

Los conservacionistas se han visto involucrados en los últimos años en varios enfrentamientos violentos con pescadores mientras trabajaban con las autoridades mexicanas para retirar las redes ilegales que diezman desde hace décadas las poblaciones de esta especie, la marsopa más pequeña del Planeta, pues los adultos solo alcanzan 1,5 metros de longitud y 50 kilos de peso.

La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) considera desde 1996 que especié está en peligro crítico de extinción. Además, en 2019, la Unesco agregó las islas y áreas protegidas del Golfo de California a la lista del Patrimonio Mundial en Peligro debido a los temores de la extinción inminente de la especie.

Intervención de Leonardo DiCaprio

Pese a ello, la atención internacional sobre la difícil situación de la vaquita marina solo aumentó después de que Leonardo DiCaprio pidiera en 2017 a sus millones de seguidores en las redes sociales que firmaran una petición dirigida al entonces presidente de México, Enrique Peña Nieto, para que se esforzará más para proteger a esta marsopa.

Posteriormente, el actor se reunió con el dirigente mexicano y logró su apoyo y el del magnate Carlos Slim para impulsar un programa integral para el rescate del mamífero marino. Di Caprio volvió a la carga el año pasado, cuando acusó al Gobierno de Andrés Manuel López Obrador de abandonar a la vaquita.

Mientras tanto, las fricciones diplomáticas continúan: en febrero, Estados Unidos solicitó consultas con México sobre los esfuerzos para proteger la especie. Fue la primera vez que un gobierno invocó las disposiciones ambientales del Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá, vigente desde julio de 2020.

El Gobierno de Joe Biden podría aplicar sanciones en modo de aranceles a México si no observa una respuesta satisfactoria a sus demandas sobre la protección de la especie.

Aunque no hay apenas información sobre las vaquitas marinas, se cree que viven unos 20 años en condiciones ideales. Alcanzan su madurez a los tres años. Durante esta época del año están en pleno periodo de reproducción. El periodo de gestación es de 10 a 11 meses y suelen gestar una cría cada uno o dos años. Hasta los 8 meses de edad, las crías no son capaces de valerse por si mismas.

Se sabe que emiten ultrasonidos para mantenerse comunicadas entre sí. No suelen acercarse a los barcos, y sus únicas apariciones al exterior son para subir y respirar lentamente, para a continuación desaparecer de nuevo de manera rápida.

Informe de referecia: https://www.science.org/doi/10.1126/science.abm1742

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