El arranque del nuevo curso escolar trae consigo una buena noticia para el medioambiente: la entrada en vigor de la nueva Ley de Educación (LOMLOE) que, entre otros aspectos, incluye en el currículo la educación para el desarrollo sostenible, así como la formación del profesorado en esta materia. Sin embargo, no será ni mucho menos la primera vez que la protección del entorno entre en el aula en España. Naturaliza lleva tres años formando de manera gratuita a los docentes para que conozcan todo tipo de herramientas y metodologías para trabajar los valores ambientales con sus alumnos.

Cerca de 1.900 profesores han participado ya en este proyecto impulsado por Ecoembes, que sirve para constatar una evidencia: la educación ambiental no solo es clave para formar ciudadanos concienciados para hacer frente a la emergencia climática, sino que también motiva y capta el interés de los alumnos. Por ejemplo, con salidas fuera del aula para conocer la flora y fauna de su entorno más inmediato, huertos escolares, campañas de reciclaje o acciones artísticas.

El valor de experimentar en clase

Según explican algunos de los profesores que han participado en las formaciones de Naturaliza, la clave consiste en convertir la educación ambiental no en una materia que se imparte de vez en cuando, sino en un concepto transversal. “Se trata de pasar de un método de memorización a uno más experimental y de interrelacionar la protección del medioambiente con cualquier materia y nivel”, señala Lola Naranjo, profesora del CEIP Federico Romero de La Solana (Ciudad Real).

En este centro, por ejemplo, han convertido la representación de una zarzuela como 'La Rosa de Azafrán' en una oportunidad para analizar sobre el terreno los poemas en los que Federico Romero evoca el paisaje manchego. Otro ejemplo de transversalidad es el estudio de los árboles que aparecen en las obras de los pintores más famosos de la historia o a la elaboración de anuncios navideños por parte de los alumnos centrados en productos locales y saludables. “Y también contamos con un huerto escolar y programamos salidas por el campo. Tenemos muchos recursos fuera y hay que perder el miedo a salir del aula”, asegura Naranjo.

Compromiso con el entorno

Para Pablo José Sánchez Fernández, del Colegio La Milagrosa de Oviedo (Asturias) participar en Naturaliza también supuso un “antes y un después” gracias a todos los recursos y metodologías que ofrece. En la escuela, entre otros tantos proyectos, han impulsado 'La Milagrosa se-para por el medioambiente' para fomentar el reciclaje, no solo de envases y papel, sino de bolis, pilas, gafas, cepillos de dientes, móviles… 

“Además, cada curso ponemos en marcha tres proyectos voluntarios para trabajar la semana antes de las vacaciones. Está claro que con la experiencia se aprende mucho más. Por ejemplo, trabajando conceptos de matemáticas relacionados con el medioambiente, algo que les motiva y es más divertido”, detalla Sánchez.

Jardín escolar en el CEIP Ortega y Gasset de Ceuta.

Y si puede ser fuera de las cuatro paredes del aula, la motivación crece todavía más. Lo saben bien en el CEIP Ortega y Gasset de Ceuta, donde han impulsado una zona verde denominada el Jardín de las Hespérides, de 1.400 metros cuadrados y diversos microhábitats, como un humedal. “Es una aula abierta a la naturaleza, que te permite aprender a través de la experiencia. No solo ciencias naturales, sino también muchas otras asignaturas, como lengua, inglés, plástica…”, comenta uno de su impulsores, el profesor Juan Carlos Navarro.

Este proyecto le ha permitido confirmar diversos aspectos: la importancia de “renaturalizar la escuelas” y la eficacia de sacar a “los niños del aula para que tengan un aprendizaje significativo”, en que los sentidos tengan mucho peso. “No se puede aprender sobre las plantas aromáticas sin olerlas ni tocarlas. Lo que se aprender a través de la experimentación luego se queda”, concluye. Esto es precisamente lo que busca la nueva ley y que también debería significar un paso adelante en la concienciación medioambiental de la sociedad. Los profesores que se han adelantado a la norma ya han marcado el camino a seguir.

Naturaliza: construir un futuro sostenible

Gracias a los profesores que han participado en las formaciones de Naturaliza, impulsado por Ecoembes, cerca de 84.000 alumnos de primaria de 1.000 escuelas de todo el país ya han abordado desde el aula cuestiones como la contaminación del aire, de la naturaleza, la sequía, la desertificación, el cambio climático, la pérdida de biodiversidad… Un conocimiento clave para poder contribuir a construir un futuro más sostenible. 

Los docentes que quieran formar parte de la red Naturaliza pueden hacerlo de forma gratuita a través de la página web del proyecto (www.naturalizaeducacion.org). Esto les permite acceder a una biblioteca con más de 2.000 recursos para poder aplicar en sus clases, además de formación, metodología y seguimiento de mano de un equipo de expertos. 

“Con la nueva LOMLOE, la educación ambiental cobra más fuerza en el currículum escolar para concienciar de esta forma al alumnado de la importancia de preservar y cuidar el entorno que nos rodea. Valoramos muy positivamente estos pasos y ponemos a disposición de todos los docentes las herramientas y formación que ofrece Naturaliza, con el que llevamos varios años trabajando para integrar una mirada ambiental en las aulas”, apunta Raquel Marín, coordinadora de Naturaliza.