Biodiversidad

Los insectos caen a la mitad en amplias zonas del planeta por el clima y la agricultura industrial

Los científicos alertan del peligro que supone la pérdida de biodiversidad para los ecosistemas y la salud humana

Mariposa.

Mariposa. / pixabay

Ramón Díaz

Ramón Díaz

El cambio climático y la agricultura intensiva han provocado ya la reducción a la mitad del número de insectos en amplias zonas del planeta. Las pérdidas son generalizadas en numerosas especies de insectos y afectan, sobre todo, a las áreas tropicales. Los científicos resaltan la urgencia de actuar para preservar los hábitats naturales, frenar la expansión de la agricultura de alta intensidad y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para mitigar el cambio climático.

"La interacción entre los índices de calentamiento climático histórico y el uso intensivo de la tierra agrícola está asociada con reducciones del 49% en la abundancia y el 27% en el número de especies de insectos" en algunas áreas de la Tierra, recoge un estudio realizado por expertos del Centro de Investigación sobre Biodiversidad y Medio Ambiente, de la University College de Londres (UCL).

El estudio, publicado en la revista ‘Nature’, es el primero en identificar que la interacción entre el aumento de las temperaturas y los cambios en el uso de la tierra está diezmando numerosos grupos de insectos en todo el mundo.

Los resultados no dejan lugar a la duda: allí donde hay suficiente hábitat natural disponible la abundancia y la riqueza entre los insectos se reduce ‘solo’ entre un 5% y un 7%. Mientras tanto, en los lugares donde hay menos hábitat natural presente las reducciones se situaron entre un 61% y un 63%.

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Abeja. / pixabay

"Nuestros resultados muestran que la biodiversidad de insectos probablemente se beneficiará de la mitigación del cambio climático, la preservación del hábitat natural dentro de los paisajes y la reducción de la intensidad de la agricultura", señalan los investigadores.

Vulnerables a las presiones humanas

Los patrones de reducción de la abundancia y la riqueza de grupos de insectos son particularmente evidentes en el ámbito tropical. Por contra, las escasas respuestas positivas de la biodiversidad al cambio climático ocurren en hábitats naturales de regiones no tropicales.

"Una alta disponibilidad de hábitat natural cercano a menudo mitiga las reducciones en la abundancia y riqueza de insectos asociadas con el uso de la tierra agrícola y el calentamiento climático sustancial, pero solo en sistemas agrícolas de baja intensidad", subrayan los investigadores.

Charlie Outhwaite, uno de los autores principales del estudio, resalta que muchos insectos son muy vulnerables a las presiones humanas, lo cual es "preocupante a medida que el cambio climático empeora y las áreas agrícolas continúan expandiéndose».

Outhwaite destaca que es urgente preservar los hábitats naturales, frenar la expansión de la agricultura intensiva y reducir las emisiones contaminantes.

¿Por qué es importante proteger a los insectos. Porque la pérdida de sus poblaciones es perjudicial "no solo para el entorno natural, donde desempeñan un papel clave en los ecosistemas locales, sino que también podría dañar la salud humana y la seguridad alimentaria, en particular con la pérdida de polinizadores".

Dos mariquitas

Dos ejemplares de mariquita. / pixabay

"Nuestros hallazgos pueden representar solo la punta del iceberg, podría haber otras zonas con pérdidas aún más altas en la biodiversidad de insectos", alerta Outhwaite. Los investigadores analizaron un importante conjunto de datos sobre abundancia y riqueza de insectos en diferentes áreas de todo el mundo, incluidos tres cuartos de millón de registros de casi 20 000 especies.

El equipo comparó la biodiversidad de insectos en diferentes áreas, en función de la intensidad de la agricultura y del calentamiento climático histórico experimentado.

El hábitat natural amortigua las pérdidas

Los científicos descubrieron que en áreas con agricultura de alta intensidad y un calentamiento climático sustancial, la cantidad de insectos era un 49% menor que en la mayoría de los hábitats naturales sin calentamiento climático registrado, mientras que la cantidad de especies diferentes era un 29% menor.

"Las áreas tropicales experimentaron las mayores disminuciones en la biodiversidad de insectos relacionadas con el uso de la tierra y el cambio climático», resaltan los autores.

Los investigadores descubrieron que en áreas de agricultura de baja intensidad y calentamiento climático sustancial, tener un hábitat natural cercano amortiguó las pérdidas: donde el 75% de la tierra estaba cubierta por un hábitat natural, la abundancia de insectos solo disminuyó en un 7%, en comparación con una reducción del 63% en áreas comparables con solo un 25% de cobertura de hábitat natural.

Una explicación es que muchos insectos dependen de las plantas para tener sombra en los días calurosos, por lo que la pérdida de sus hábitats naturales provoca que sean más vulnerables al calor.

Una libélula junto a una tela de araña.

Una libélula junto a una tela de araña. / pixabay

Pero los autores creen que el problema puede ser aún mucho grave, y que la disminución de insectos debido a la influencia humana puede ser incluso mayor de lo que sugieren sus hallazgos, ya que muchas áreas con una larga historia de impactos humanos ya habrían experimentado pérdidas de biodiversidad antes del comienzo del período de estudio. Un estudio que, además, no tuvo en cuenta la efectos sobre los insectos de otros factores, como la contaminación.

"Los daños ambientales de la agricultura de alta intensidad presentan un desafío complicado a medida que tratamos de satisfacer las demandas de alimentos de una población en crecimiento", subraya Tim Newbold, otro de los autores principales del estudio.

El peligro de la expansión agrícola

"Anteriormente descubrimos que los insectos polinizadores son particularmente vulnerables a la expansión agrícola, ya que parecen ser más del 70% menos abundantes en las tierras de cultivo de alta intensidad en comparación con los sitios silvestres», expone Newbold.

El investigador aboga por la "gestión cuidadosa" de las áreas agrícolas y la preservación de los hábitats naturales cercanos a las tierras de cultivo, al estimar que estas acciones pueden ayudar a que los "insectos vitales todavía puede prosperar".

El primer autor conjunto de la investigación, Peter McCann, destaca que aún hay que profundizar en el estudio sobre la importancia de los insectos para el medio ambiente en general, y para la salud y el bienestar humanos en particular, con el objetivo de "hacer frente a estas amenazas, antes de que muchas especies se pierdan para siempre".

Dos ejemplares de mariposa.

Dos ejemplares de mariposa. / pixabay

Los científicos del Centro para la Investigación de la Biodiversidad y el Medio Ambiente de la UCL están a la vanguardia de la investigación sobre los impactos humanos en el planeta; por ejemplo, mediante el desarrollo de la ciencia que sustenta la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), que cuantifica el riesgo de extinción, y el descubrimiento de que los cambios en el uso de la tierra pueden estar aumentando los riesgos de brotes de enfermedades como el covid-19, que saltan de animales a humanos.

Informe de referencia: https://www.nature.com/articles/s41586-022-04644-x

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Contacto de la sección de Medio Ambiente: crisisclimatica@prensaiberica.es