Las actitudes públicas hacia la vida silvestre en España han cambiado sustancialmente como resultado de la reubicación masiva de los pueblos rurales a las grandes ciudades durante las últimas décadas. Se ha pasado "de la persecución a la protección activa". Esto es, los españoles son cada vez más respetuosos con la fauna silvestre. Es la conclusión de un estudio realizado por investigadores españoles y publicado recientemente en ‘Ardeol: International Journal of Ornithology’, la revista científica de SEO/BirdLife.

Los autores analizaron los ingresos de cerca de 70.000 aves en los centros de recuperación de fauna silvestre en los últimos 30 años de la Comunidad Valenciana y concluyeron que el patrón ha cambiado notablemente: de proceder la mayoría de los ingresos de entornos naturales y estar vinculados a entidades públicas, a proceder de medios urbanos y estar asociados a entregas de particulares.

Los ingresos por causas deliberadas, además, experimentaron una reducción en el tiempo, mientras que las entradas por accidentes con infraestructuras y las entradas por causas naturales fueron en aumento. Así, los ingresos de aves rapaces por disparos ilegales descendieron del 21,7% al 3%. No obstante, las rapaces fueron admitidas por causas deliberadas más comúnmente que el resto de las aves (6,36% frente al 1,23%).

Por el contrario, los choques contra infraestructuras fueron la principal causa de ingresos accidentales (59,5%), seguidos de electrocuciones (14,8%) y atropellos (9,6%). Los ingresos por causas naturales fueron principalmente de crías huérfanas o individuos desnutridos (85%).

El número de admisiones de aves huérfanas aumentó exponencialmente durante el período de estudio. En cuanto al hábitat de origen, las admisiones de aves de áreas urbanas y rurales mostraron un aumento más fuerte en el tiempo en comparación con las de áreas naturales.

Cambio de actitud positivo

Las admisiones de fuentes oficiales prevalecieron hasta 2011, pero a partir de entonces fueron más las no oficiales; es decir, de personas individuales. En resumen, las admisiones de aves, inicialmente provenientes de áreas no urbanas y asociadas con entidades oficiales, han pasado a provenir de áreas urbanas asociadas con fuentes no oficiales.

Una rapaz herida recibe atención en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre "El Chaparrillo", en Ciudad Real. EFE / Jesús Monroy

Los expertos que elaboraron el estudio sostienen que estos datos suponen una "confirmación fehaciente del cambio de actitud positivo de la sociedad española moderna hacia la vida silvestre". Los datos parecen señalar que hay más empatía hacia la vida silvestre en las áreas urbanas que en las rurales.

"A raíz de la concentración de la mayor parte de la población en ciudades durante las últimas seis o siete décadas, la actitud del ser humano respecto a la fauna silvestre supuestamente ha cambiado de manera sustancial en España", recoge el estudio, realizado por los investigadores Juan Jiménez y Jorge Crespo (Generalitat Valenciana) y Alejandro Martínez-Abraín (Universidad de La Coruña).

Aunque existe una marcada inversión en el patrón de los ingresos de aves, dado que las causas de entrada son dinámicas a escala de década, los autores vaticinan que continuarán cambiando en el futuro cercano "a la par que la evolución de la sociedad y la percepción que la ciudadanía desarrolle acerca de la naturaleza y las aves".

Jiménez, Crespo y Martínez-Abraín consideran "significativo" cómo los cambios en causas de entrada de aves a centros de recuperación de la fauna está cambiando en todo el mundo, lo que refleja "el paso de la persecución a la protección activa, aunque con, todavía, notables diferencias geográficas».

¿Cómo actuar ante un animal herido?

SEO/BirdLife publicará en las próximas semanas un informe sobre las principales causas de mortalidad no natural de avifauna, basado en los datos de los centros de recuperación de toda España en los últimos años. En este informe se exponen a nivel nacional gran parte de las cuestiones del estudio realizado en la Comunidad Valenciana.

En España existen más de sesenta centros de recuperación de la fauna. Andalucía es la comunidad autónoma con más centros de este tipo, doce. Existen centros de recuperación en todas las comunidades autónomas, así como en Ceuta.

Un miembro de la Unidad de Investigación de Venenos (UNIVE) y un agente medioambiental observan un ave envenenada en Toledo. SEO/BirdLife

Los expertos aconsejan pedir siempre ayuda profesional cuando se encuentra en animal herido, contactando con el centro de recuperación de la fauna más cercano, para recibir las indicaciones sobre cómo actuar. Aconsejan asimismo no tocar al animal hasta recibir instrucciones sobre su manejo.

En el caso de crías abandonadas debe tenerse en cuenta que hay especies en las que los padres alimentan y cuidan a su prole durante días en las cercanías del nido.

Si existen sospechas de que el animal ha podido ser envenenado no debe tocarse nada: puede ser peligroso y también podrían estar estropeándose pruebas de un delito. En este caso conviene conectar con el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona), a través del teléfono 062.

Si se dispone de un GPS, puede marcarse el lugar en que se ha hecho el descubrimiento para comunicar las coordenadas exactas a las autoridades. El veneno podría haber matado a 200.000 animales en España en los últimos 25 años, según SEO/BirdLife.

Informe de referencia: https://doi.org/10.13157/arla.69.2.2022.sc3

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