Agua

¿Quién destruye los acuíferos en España? Greenpeace señala a los presuntos culpables

La contaminación y la sobreexplotación amenazan el abastecimiento humano, la producción de alimentos y los ecosistemas

Acuífero subterráneo.

Acuífero subterráneo. / pixabay

Ramón Díaz

Ramón Díaz

Los acuíferos de España viven una situación crítica, pues a los vertidos contaminantes y la sobreexplotación se unen ahora los afectos del cambio climático. Greenpeace ha señalado a los presuntos culpables de la destrucción de numerosas masas de agua superficiales y subterráneas.

"La extracción abusiva y la contaminación de las aguas amenazan seriamente el abastecimiento humano, la producción de alimentos y la supervivencia de muchos de los ecosistemas peninsulares, así como los pequeños y medianos productores y productoras que quieren hacer las cosas bien", denuncia la organización no gubernamental (ONG). En el caso de la contaminación, las causas son diversas y se pueden agrupar en:

–Vertidos urbanos. "En muchos casos es el principal causante de la pérdida de calidad y degradación del medio hídrico. Todavía existen decenas de municipios y ciudades que no depuran convenientemente sus aguas. El Tribunal de Justicia de la UE ya impuso a España una multa millonaria por este motivo, además de la creciente presencia de microplásticos, fármacos y otros productos químicos de síntesis", señala Greenpeace.

–Vertidos industriales. "Desde que comenzó el desarrollo de la industria química se han diseminado en el medio ambiente unas 100.000 sustancias (1.000 nuevas cada año). El conocimiento sobre su impacto es escaso o nulo por lo que es urgente adoptar el principio de precaución y abandonar el actual modelo centrado en solucionar los problemas cuando ya están causados en lugar de ir a su raíz y prevenirlos", indica la entidad conservacionista.

–Vertidos agropecuarios. "La contaminación difusa que está generando el creciente modelo agropecuario industrial es insostenible debido fundamentalmente al empleo generalizado de fertilizantes sintéticos y otros productos como los plaguicidas que se filtran en la tierra hasta llegar a los acuíferos de áreas cada vez más extensas del país. A esto se suma el aumento de la macrogranjas. También los antibióticos utilizados en la ganadería industrial, un problema emergente al que no se está prestando atención", resalta Greenpeace.

Amenaza de desertificación

Dos tercios del territorio español están amenazados por la desertificación y las previsiones de impactos en esas zonas por el cambio climático son de las más preocupantes y severas del continente, alerta Greenpeace.

Pese a ello, la política agraria sigue apostando por una "agricultura de regadío intensivo e industrial totalmente sobredimensionada y no adaptada al clima mediterráneo, que consume el 84,3% del agua, mientras que el 15,7% restante se lo reparten el abastecimiento humano y los usos industriales".

Afloramiento de agua subterranea en un pozo. BLUEMANGOA2Z

Afloramiento de agua subterranea en un pozo. BLUEMANGOA2Z / Bulemangoa2z

"Llevamos años denunciando la falta de transparencia y el desgobierno en torno a los pozos ilegales y la impunidad en el robo del agua. La sobreexplotación ilegal e indiscriminada del agua para regadíos industriales e intensivos y el descontrolado desarrollo urbanístico ha provocado la proliferación de pozos y sondeos ilegales en los últimos años", critica la ONG.

Los últimos datos públicos son del año 2006, cuando el Gobierno admitió la existencia de 510.000 pozos abiertos ilegalmente que podrían llegar a extraer hasta 3.570 hectómetros cúbicos de agua al año, el equivalente al consumo medio de 58 millones de habitantes.

"Esto supondría que la mitad del agua bombeada de los acuíferos se extraería al margen de la legalidad. Sin embargo, en 2017, una filtración del Ministerio de Medio Ambiente reconoció que podrían ascender a más de un millón", subraya la organización ecologista.

"La pasividad gubernamental se produce a pesar de que la extracción ilegal de agua es un delito tipificado en el Código Penal con multas e incluso penas de prisión, pero la falta de información y de medios de las fiscalías para perseguirlo contribuye a la impunidad", denuncia Greenpeace.

"Pésima gestión del agua"

Según la organización conservacionista, "la pésima gestión del agua que está llevando a España hacia el abismo de la escasez de un bien tan necesario como el agua". Pero, ¿quiénes son los principales responsables? La organización conservacionista señala siete:

–Gobierno central

"De él dependen las confederaciones hidrográficas, que gestionan el día a día del agua y por tanto son las grandes responsables de la situación actual. En las últimas décadas, no siempre han hecho su trabajo correctamente, a la vista del insostenible aumento en algunas regiones del número de hectáreas de regadío (legales o ilegales) y de la contaminación del agua, que en el caso de la originada por los nitratos ha obligado a la Comisión Europea a llevar a España ante el Tribunal de Justicia de la UE".

–Comunidades autónomas

"No ha habido ningún gobierno autonómico que se haya puesto firme frente al sector agrícola y ganadero industrial y siempre han actuado en defensa de los intereses de las grandes empresas. Tienen las competencias para poner en marcha las medidas para frenar y revertir la situación".

–Oligarquía del campo

"Agroindustria, macrogranjas, fondos de inversión… Se trata de grandes empresas agrícolas y ganaderas que tienen tanto poder que ejercen su fuerza y presión a todos los niveles (administrativo y político) en los que su negocio tiene algo que ver. En el caso del agua, se les permite actuaciones que al resto de agricultores les están vedadas (archivo expedientes sancionadores, facilidades administrativas, nulas inspecciones…). Muchas de estas empresas son multinacionales o están controladas por fondos de inversión, que poco o nada tienen que ver con el campo".

Flujo del agua a través del acuífero

Flujo del agua a través del acuífero. / Hans Hillewaert / Wikimedia (Creative Commons 2.5 Generic license)

–Grandes empresas constructoras

"Siempre pasan desapercibidas cuando hablamos de los problemas relativos al agua, porque parece que no los provocan y, aparentemente, no se benefician de ello, ya que solo construyen infraestructuras y se marchan. Sin embargo, se benefician notablemente de este modelo de producción agrícola a base de agua en tuberías y desaladoras, grandes presas, etcétera, ya las construyen y las gestionan".

–Grandes empresas distribuidoras

"Este sector es, sin lugar a dudas, el último cómplice de la mala gestión del agua. Pueden decidir a qué proveedores comprar y qué productos vender, sin embargo, en su lucha por vender barato, sin importar las consecuencias, empujan a los productores hacia el abismo de la producción insostenible".

–Grandes asociaciones y sindicatos de regantes

"Son un grupo de presión a nivel nacional. Los sindicatos de regantes tienen además una peculiaridad: son entidades privadas pero que gestionan un bien público, el agua, de modo que es su papel repartir a cada cual el agua asignada por la Administración, lo que les confiere un poder extra".

–Organizaciones de agricultores y ganaderos

"Algunas organizaciones de agricultores y ganaderos, lejos de defender los intereses legítimos de sus asociados y apoyar políticas que garanticen su supervivencia defienden, por ejemplo, los intereses de la industria química, que ha vuelto al sector agrícola totalmente dependiente de sus productos".

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Contacto de la sección de Medio Ambiente: crisisclimatica@prensaiberica.es