¿Hablan los perros el mismo ‘idioma’ que los lobos?

La respuesta a los aullidos de sus ‘parientes’ salvajes varía según la cercanía genética, el género y la edad

Lobo aullando.

Lobo aullando. / pixabay

Ramón Díaz

Ramón Díaz

El perro procede del lobo. Las últimas investigaciones han concluido que el ‘mejor amigo del ser humano' surgió de lobos salvajes hace 33.000 años en el sureste asiático. Fue, por tanto, el primer animal domesticado por los humanos. Un grupo de científicos del Departamento de Etología de la Universidad Eötvös Loránd (ELTE), en Hungría ha estudiado las reacciones de los perros a los aullidos de los lobos. Su objetivo era averiguar si los perros siguen hablando el mismo ‘idioma’ que sus ‘parientes salvajes.

Las preguntas concretas que se hicieron los investigadores al iniciar el experimento fueron: ¿Hay perros que son más propensos a responder a los aullidos de los lobos también con aullidos? Si es así, ¿son estos perros genéticamente más cercanos a los lobos?

Para responder a estas preguntas, en el estudio se probaron los efectos de la raza, la edad y el género de los perros en su comportamiento. Los resultados de la investigación se han publicado en la revista ‘Communications Biology’.

El aullido es una forma de comunicación característica de los lobos, pero también está muy extendida entre algunas especies caninas. Los lobos lo usan para comunicarse a larga distancia con otros congéneres, para marcar los límites de su territorio y para definir la posición de los otros lobos, que en la mayoría de los casos también responden con aullidos.

Perros de trineo.

Perros de trineo. / pixabay

En el perro doméstico el asunto parece un poco más complicado. Existe la creencia de que algunas razas, como las que conforman el grupo de ‘perros de trineo’, parecidos a lobos, son ‘aulladores fuertes’, lo que significa que aúllan con frecuencia, incluso a la hora de ‘responder’ a sonidos irrelevantes como campanas, sirenas o música, mientras que otros nunca aúllan ni una sola vez en su vida, pese a que son capaces de hacerlo.

’Razas antiguas’ y ‘razas modernas’

Para resolver el ‘misterio del aullido de los perros’, examinar si es cierto que razas específicas son más propensas a aullar y comprobar si esto tiene algo que ver con su cercanía genética a los lobos, los investigadores evaluaron a 68 perros de pura raza, reproduciendo grabaciones de aullidos de lobos y observando sus reacciones en un laboratorio.

Para probar el ‘efecto de la raza’, se utilizó como medida la similitud genética de los diferentes ejemplares con los lobos (la llamada 'distancia de la raíz’). Y, sí, hay diferencias notables entre las razas más cercanas genéticamente a los lobos y las más alejadas.

"Según nuestros resultados, las razas que son genéticamente más similares a los lobos ('razas antiguas'), son más propensas a responder con sus propios aullidos a las reproducciones de los de lobos", explica Fanni Lehoczki, primer autor del estudio.

"Por otro lado, las razas más lejanamente relacionadas con los lobos ('razas modernas’) suelen reaccionar con ladridos en lugar de aullidos. Parece que aunque los aullidos están presentes en el repertorio de la mayoría de las razas, perdieron su funcionalidad debido al cambio en el entorno social, por lo que las razas modernas no los usan en situaciones adecuadas", añade Lehoczki.

Gráfico que relaciona la distancia genética de algunas tazas con los lobos con la mayor respuesta de aullidos o ladridos.

Gráfico que relaciona la distancia genética de algunas tazas con los lobos con la mayor respuesta de aullidos o ladridos. / Lehoczki Fanni y Gáti Oszkár Dániel

"Además, encontramos que las razas que aúllan más también muestran más comportamientos relacionados con el estrés en esta situación. Asumimos que las razas más antiguas, que son genéticamente más cercanas a los lobos, pueden procesar la información codificada en los aullidos de los lobos mejor que las razas modernas", dice Tamás Faragó, investigador postdoctoral en el Departamento de Etología, ELTE y autor principal del estudio.

"Por lo tanto, las razas antiguas de nuestro estudio podrían estresarse al entrometerse en el territorio de una manada y usar aullidos para evitarlo, tal como lo hacen los lobos", expone Faragó.

"Tengo miedo, no te acerques"

Curiosamente, este efecto genético sobre los aullidos ocurre solo entre perros mayores (con más 5 años de edad), para los cuales "una experiencia o algún efecto de personalidad relacionado con la edad puede ser una explicación plausible", según los investigadores.

"Es posible que, de acuerdo con nuestra hipótesis, que los aullidos que aparecen con un nivel más alto de estrés sean una reacción de miedo: los perros mayores son más temerosos, lo que ya sugirieron estudios anteriores. Pero estas especulaciones requieren más investigación", señala Faragó.

Ejemplares de pastor alemán, yorkshire y doberman.

Ejemplares de pastor alemán, yorkshire y doberman. / pixabay

Además de la raza y la edad del perro, en el experimento también se probaron el efecto de otras características como el género y el estado reproductivo. "Lo que encontramos es que algo está pasando con las hormonas sexuales masculinas, ya que no hay diferencia entre las hembras intactas y las esterilizadas, pero los machos intactos y castrados se comportan de manera diferente", indica Lehoczki.

Los machos castrados, que carecen de testosterona, aúllan más en respuesta a las reproducciones de los aullidos de los lobos. "Como se sugiere que los machos castrados son más temerosos, este resultado puede estar en línea con nuestros hallazgos sobre la capacidad de respuesta y el comportamiento más estresado. Por lo tanto, el aullido del perro puede significar 'Tengo miedo, no te acerques'". explica Lehoczki.

Los hallazgos de este estudio, el primero que ha investigado específicamente los aullidos en perros domésticos, respaldan la hipótesis de que la domesticación y la crianza selectiva por parte de los humanos cambiaron el repertorio vocal de nuestros ‘mejores amigos’, y tanto su percepción como la producción de aullidos.

"Esta perspectiva nos acerca a la comprensión de la historia y el impacto de la relación profundamente importante entre los humanos y los perros domésticos", concluyen los autores.

Estudio de referencia: https://www.nature.com/articles/s42003-023-04450-9