Zonas húmedas en peligro

Situación de emergencia en Las Tablas de Daimiel, que sigue los pasos de Doñana

El importante humedal de Ciudad Real se muere a la espera de un trasvase que vuelva a inundarlo

Situación de emergencia en Las Tablas de Daimiel

Situación de emergencia en Las Tablas de Daimiel / Efe

J. L. Ferrer/Efe

No sólo Doñana está en peligro. Otros destacados humedales españoles (un ecosistema fundamental para la biodiversidad) están heridos de muerte. El presidente del patronato de Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel, Esteban Esquinas, ha asegurado que este espacio protegido de la provincia de Ciudad Real está en situación de emergencia y que por ello necesita urgentemente un envío de agua desde el trasvase del Tajo-Segura.

Esquinas, en declaraciones a Efe, Esquinas ha asegurado que confía en que la Comisión Mixta de Gestión de los parques nacionales de Castilla-La Mancha “no dude” en solicitar a la Comisión de Explotación el trasvase de 17 hectómetros cúbicos de agua que este lunes respaldó mayoritariamente el pleno de Patronato, a excepción de los grupos ecologistas que cuentan con representación en este órgano.

El presidente del Patronato explicó que esta petición fue realizada tras escuchar el informe avalado por 511 investigadores, científicos y profesores universitarios que consideran que es necesario dicho trasvase para mantener la biocenosis de Las Tablas de Daimiel.

Esta petición, ha dicho Esquinas, “no es una cosa nueva, puesto que ya desde el año 2019, en varias ocasiones se ha pedido desde el Patronato que se aplique la legislación, que no es otra cosa que aplicar el Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG), que establece que el parque nacional debe mantener en distintas épocas del año un número de hectáreas inundadas”.

La falta de agua amenaza a este gran humedal español

La falta de agua amenaza a este gran humedal español / Efe

La petición del Patronato, se justifica igualmente por el informe ambiental presentado por la dirección del parque, que cifra en tan sólo 150 hectáreas la superficie inundada actual, o se valora el informe hidrogeológico que demuestra que con una pluviometría inferior a la media, desde el año 2014, las masas subterráneas que sustentan el parque nacional acumulan un déficit de 1.000 hectómetros cúbicos.

“Situación de emergencia”

Ante esa situación, que ha calificado de “emergencia”, acordaron solicitar este trasvase, que, en su opinión, “está más que justificado”.

Esquinas también ha recordado que no cree que haya razones para que la Comisión Mixta no lo apruebe, porque, ha dicho, “ya en octubre de 2019 solicitó un trasvase de 20 hectómetros cúbicos, dada entonces también la situación en la que se encontraban Las Tablas”.

“Desde el 2019 la circunstancia no ha mejorado, sino que no ha hecho más que empeorar”, ha afirmado Esquinas que, por lo tanto, ha argumentado que “si en 2019 la propia Comisión Mixta solicitó este trasvase con base en el estado del parque, ahora las condiciones que han empeorado lo justifican con mayor razón”.

Esquinas también ha insistido en que el PRUG recoge detalladamente que cuando acabe el invierno y comience la primavera debe haber al menos 1.400 hectáreas encharcadas y, en la actualidad, las que hay son 150 inundadas.

Esta norma también establece que cuando acabe el verano debe haber 600 hectáreas, pero ha advertido de que ya van tres estíos seguidos en los que la máxima cantidad con la que acaba el verano son 50 hectáreas inundadas.

Reclaman un trasvase urgente

Reclaman un trasvase urgente / Europa Press

Finalmente, ha comentado que como alternativa al trasvase la otra alternativa posible es la puesta en marcha de la batería de pozos con la que cuenta el parque, pero ha indicado que “científicamente y en la práctica se ha comprobado que solo sirve para situaciones de emergencia, como fue evitar la combustión de turbas, pero no para regenerar ni siquiera temporalmente la biocenosis del ecosistema”.

La situación, en números

El acuífero 23, en la actualidad dividido en las masas Mancha Occidental I, Mancha Occidental II y Rus-Valdelobos, que debía conectar entre sí las aguas subterráneas y superficiales que dan origen a los Ojos del Guadiana y el Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel, ha sufrido un descenso desde el año 2014 de más de 1.000 hectómetros cúbicos.

Así lo ha explicado a Efe el jefe de Área de Hidrogeología Aplicada del Instituto Geológico y Minero de España (IGME), Miguel Mejías, quien ha señalado que la realidad a día de hoy es que estas masas de agua presentan un vaciado desde 2014, el año que volvieron a recuperarse por un periodo especialmente húmedo entre 2009 y 2013, de más de 1.000 hectómetros cúbicos.

“De marzo de 2014 a marzo de 2023, el descenso del nivel freático registrado hace unos días es de 11,23 metros, y entre marzo de 2022 y marzo de 2023 el descenso medio es de 1,18 metros”, ha calculado Mejías.

Imagen de Las Tablas de Daimiel

Imagen de Las Tablas de Daimiel / Efe

Aproximadamente en los últimos seis o siete años, ha recordado Mejías, “el descenso medio de las masas de agua es del orden de 1 metro al año, lo que supone un descenso anual del conjunto de las reservas de agua de 125 hectómetros cúbicos cada año”.

Los datos, ha indicado Miguel Mejías, responden a una realidad, que no llueve y que se extrae más agua de la que entra para recargar el que es considerado uno de los grandes embalses subterráneos de España.

 “Llevamos ya 10 años de secuencia climática seca, con solo un año húmedo que fue el 2017-2018, y los demás años fueron por debajo de la media o en un par de año medios. Evidentemente, si llueve menos y seguimos extrayendo el agua que está aprobada para administración hidráulica, evidentemente no se puede pensar que el nivel freático de los pozos van a subir”, sino que bajan, ha reflexionado, y ha asegurado que negar este hecho es “negar la realidad”, explicó.

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