Podría hacer un balance muy negativo de lo que estamos viendo hasta ahora, me refiero al antifúbol del Valencia CF, pero necesito creer en este deporte y por lo tanto estoy en la obligación de darle cierto significado al sentido común que teníamos al comenzar la temporada. Y sí, ese sentido común me invita a creer que mañana vamos a dar buena cuenta del Young Boys y vamos a dar un paso adelante significativo en la ChampionsPero oigan, no desconozco que este equipo suizo es superior a ese mal Girona que nos ganó en Liga y en Mestalla en la última jornada pero pese a todo eso, pese a ser consciente de la realidad y asumirla mal, pero asumida queda, necesito creer en este equipo y fundamentalmente necesito darle a todos los valencianistas un poquito de aire para que no se desinflen viendo lo que están viendo últimamente. Algo que sea distinto a una victoria contra estos suizos casi amateurs pero que en su campo merecieron ganar con todas las de la ley, sería el colmo y el fracaso de Marcelino al frente del equipo. El Valencia no funciona y en el fútbol no existe nada más potente que una victoria para cambiar las tornas y empezar a creer en lo que tenemos por delante. La verdad es que hoy por hoy se antoja compleja una victoria ante un equipo inferior y más teniendo en cuenta que el personal que vaya a Mestalla se va a poner nervioso a medida que vayan pasando los minutos. Y el Valencia le debe una -o dos o tres en este caso- a sus aficionados por el pésimo arranque liguero en el año de su Centenario y no existe mejor ocasión que esta para empezar a devolverles tanto cariño como la gente tiene a su equipo en el viejo coliseo de Metalla. Vale, sí, al final del duelo contra el Girona hubo bronca pero es una bronca que debemos considerar como normal, visto lo visto sobre el terreno de juego y visto lo que estamos viando continuamente en la presente temporada. Y sí, el Valencia lo tiene a huevo para cambiar y darle una alegría a una afición que está medio desesperada. Una victoria ante el Young Boys se antoja, o se antojaría al principio de temporada, como algo normal y con escaso mérito. Pero ahora es distinto. Ahora el equipo no carbura en absoluto y Marcelino comienza a hacer cosas raras sobre el terreno de juego. Y por todo ello, por recuperar cierta normalidad, es por lo que debemos ganar y con cierta comodidad a este equipo suizo que en principio no tenía la más mínima entidad para poner en jaque al Valencia en la previa de su duelo en Mestalla. Pero la realidad es tozuda y esta nos indica que los suizos no ganaron al Valencia en el primer envite de milagro. Y eso no es mucho, casi nada, pero algo es algo. Una victoria mañana nos dejaría prácticamente abiertas las puertas de Europa. Y eso ya es mucho para que este equipo empiece a remontar el vuelo. Veremos que sucede.

La lesión de Parejo

ParejoLa recuperación de Parejo casi en un visto y no visto me invita a pensar en mil cosas pero me voy a quedar con la buena, con la positiva, y la buena me indica que sí, que va a jugar contra los suizos y que esta lesión que ha tenido con tintes imaginarios para Marcelino es un asunto del pasado, tristón pasado, y que yo no le quiero dar más vueltas y por contra sí que estoy dispuesto a animarlo mañana ante los suizos por pura necesidad de ganar. El Valencia se lo juega todo, o parte de ese todo, a una sola carta y a mi me da igual si está o no está Parejo.

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