El Valencia juega este sábado un partido de lo más especial. Tras quedar eliminados de la Champions por deméritos propios el siguiente rival en la Liga es el Real Madrid y además en su propia casa. Y yo de cara a este partido y siendo práctico y no haciendo caso a Marcelino lo que no espero es que acabe el partido y nuestro míster diga que lo hemos hecho todo de cine pese a perder el partido objetivamente como sí dijo y pasó ante la Juventus.

Si el Valencia quiere volver a ser un equipo de prestigio debe buscar la machada en el Bernabéu y esa machada no es otra cosa que vencer a los del Real Madrid en su propoia casa y luego sí, luego decir que hemos jugado bien y que hemos ido a por el encuentro. Ahora bien para ganar en un sitio tan complicado hacen falta un par de cosas. La primera es quitarte la idea de la cabeza de que eres inferior y por lo tanto si te ganan es lo normal y aquí no pasa nada. Y la segunda es más obvia todavía. Para ganar un duelo hay que tirar a puerta y eso es algo que parece que ha olvidado el Valencia actual. Miren, puedes defender muy bien y cubrir fenomenalmente tu propia portería y eso es meritorio y propio de aplaudir. Ahora bien, si eso significa también que apenas llegas una vez a la meta contraria es que estás perdiendo la esencia del fútbol. Defender bien no significa no atacar casi ni una vez y para batir al Real Madrid el Valencia necesita generar ocasiones y recuperar ese olfato goleador que parece que hemos dejado olvidado en el armario de los recuerdos. Y no, yo no estoy de acuerdo con Marcelino ni con su forma de interpretar el fútbol. Ante la Juventus no jugaste un partido fenomenal como dijo nuestro técnico. Defendiste bien pero apenas creaste peligro. Y eso, lo de apenas crear peligro, es un pecado terrible cuando hablamos de fútbol y te lo tienes que jugar todo a una carta como era el caso del Valencia ante la Juventus. Y esa falta de peligro ante el bloque italiano es lo que tiene que obligar al Valencia a ir a por todas al Bernabéu. Vale, sí, es un campo complicado y las apuestas marcan claramente que el Real Madrid es el claro favorito. Pero no le demos más vueltas. Juguemos a fútbol e intentemos provocar la gran sorpresa.

Acordándonos, eso sí, que sin tirar a puerta no ganarás al Madrid ni lógicamente podrás acar pecho por jugar un falso buen partido. No. Ni hablar. Un buen partido, amigo Marcelino, se juega cuando ganas o intentas ganar. A mi eso de defender tu propia meta como si fueras un titán y apenas darle faena al portero rival me parce que es jugar mal al fútbol de hoy en día. Un equipo pequeño sí debe defenderse a muerte. Pero en este caso hablamos del Valencia, de ese quipo que ha hecho el ridículo en la Champions pero que nos puede devolver la alegría dando la sorpresa en el Bernabéu. Vale, sí, es difícil... pero si no intentas ganar desde un principio más que difícil es imposible del todo. Y luego no me vale haber jugado bien. Eso ni hablar amigo Marcelino.

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