Miren, no le den más vueltas y pensemos en la auténtica realidad del mundo del fútbol que no es otra cosa que ganar los partidos y más en concreto en ganar el partido inmediato que tenga el equipo que en el caso del Valencia no es otro que enfrentarse al colista en el viejo coliseo de Mestalla, un partido a priori fácil de resolver para los de Marcelino pero que arriba cargado con una especie de camión de dudas por todo lo que está haciendo el Valencia y la mala imagen que está quedando en este año del Centenario. Y el duelo en sí es importante por la sencilla razón de que no ganar al colista de la Liga supondría un tremendo palo para el Valencia en plenas fiestas navideñas y dejaría con un jaque claro y rotundo hacia Marcelino por parte de la parroquia valencianista.

El Huesca, con cai todo perdido a estas alturas para lo que resta de temporada, sí es consciente que para este encuentro las agujas del reloj juegan a su favor y cada minuto que pase sin encajar un gol provocará que las gradas de Mestalla se alteren y esa alteración provocará que los jugadores actuarán más nerviosos todavía. Como pueden apreciar es un partido con trampa para el equipo de Marcelino y sus teóricos objetivos. Un tropiezo a estas alturas pondría muy en entredicho todo el teórico trabajo del entrenador y más en entredicho si tenemos en cuenta que nuestro próximo rival es colista destacado de la competición con una sola una victoria lograda en todo el campeonato. Así las cosas se impone el ganar o el ganar. El Valencia no tiene otra opción y una victoria daría un margen de tranquilidad a un equipo que da la impresión de que ha perdido ya la paciencia ante los últimos acontecimientos. Y uno especial de esos últimos acontecimientos no es otro que la cesión de Murillo al Barça, lo que obliga a pensar qué es lo que estamos haciendo mal para que uno de nestros jugadores sea apartado del equipo por Marcelino de forma pública y notoria y por el contario haya pedido su cesión ni más ni menos que el actual lider de nuestra Liga. Por eso la victoria resultará fundamental para vivir estas fiestas navideñas sin más quebrantos que los ya acontecidos. El Huesca, por otra parte, llega con las pilas cargadas tras ese último empate frente al Villarreal marcando un golito en el minuto noventa y tantos que le dió al final el empate en el marcador y por lo tanto un puntito más en su triste cuenta de resultados. El Huesca es poco equipo y va a poner un muro en su meta ante el equipo que menos goles marca en Primera División. y por ahí si que es preocupante este partido. El Valencia debe marcar goles y a ser posible lo más pronto posible. Cada minuto que pase significará un aluvión de nervios en el coliseo y de rebote, lógicamente, también los jugadores que estén sobre el terreno de juego defendiendo al Valencia. Y confío en la victoria del Valencia pero me impone cierto respeto pensar en eso, en como van a ir pasando los minutos con el cero a cero en el marcador. Pero sí, yo confío en el Valencia.

Y lo de Alemany

El Director General del Valencia, digo de Mateu Alemany, es un tipo listo que sabe moverse en el mundo del fútbol. Le pasa toda la presión a Marcelino cuando en realidad debería explicar su tozudez por darle todo el poder deportivo a su entrenador en lugar de tener a alguien estilo Subirats en su época para encargarse de una labor que jamás debe ejecutar el entrenador.

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