No saltó al terreno de juego en el once titular pero sí lo hizo por la puerta grande tras el descanso. Dos goles de Mina abrieron la lata de la escuadra asturiana y otorgaron al Valencia CF esa tranquilidad que siempre ofrecen los tantos culminados. Ese era el gran examen del Valencia y lo resolvió. A destacar esos dos tantos de Mina y el extraordinario partido que se marcó Ferran Torres Ganó bien el Valencia, Marcelino salva el cuello y la afición valencianista vivió en vivo y en directo la esencia del fútbol que no es otra cosa que jugar mejor que el rival y encima marcar un triplete de goles merecido.

La primera parte

La primera parte del Valencia tuvo la misma sensación que cualquier partido de Liga. Los primeros minutos fue un querer y no poder por parte de los de Marcelino hasta que se vino arriba el Sporting de Gijón y tuvo en un clarísimo y solitario remata de cabeza una gran opción de adelantarse en el marcador. Pero no fue así. Los dos equipos dejaron esa primera parte en tablas y a la espera, ya con algunos nervios en la grada, de una segunda mitad que en principio iba a deparar sorpresas.

El cambio de Rodrigo

RodrigoY sí, tras el descanso llegó el rápido e inesperado cambio de un desafortunado Rodrigo por un RodrigoSanti Minacon una competición que Alemany dice que es prescindible pero que a la afición de Mestalla, o a toda la del Valencia, le causa una gratísima impresión. Mina marcó un par de tantos y dejó uno final para un Ferran Torres que ayer posiblemente fue su mejor partido como jugador valencianista. Ese 3-0 además de suponer una cómoda victoria ante un rival de Segunda División sirve para que el conjunto de Marcelino y la afición se identifique con una goleada que ya casi todos teníamos olvidada.

Respira Marcelino

Y si algo esconde esta eliminatoria de Copa del Rey es que puede darse el caso de que el Valencia haya dejado atrás su problema con los goles, pero eso lo dirán los próximos encuentro. La rotunda y justa victoria de ayer supone una bocanada enorme de aire fresco para un Marcelino que pese a ser ratificado no veía del todo cubierta su continuidad y vive al filo de los resultados. Y sí, ese tres a cero rompe moldes para un Valencia que los necesitaba como el llover y supone además dar un paso de gigante en una competición que tiene un morbo especial para la entendida y atractiva afición valencianista. El resumen final está claro. El Valencia realizó una segunda parte digna de elogio y la única víctima de este encuentro fue un Rodrigo

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