Es un tipo especial. Y en el fútbol actual existen pocos defensas con su capacidad de definición y su tremendo saber estar en su línea defensiva. Hablo de un jugador especial, hablo de Garay, un tipo enorme y bien comprometido con su equipo y que cuando está bien se nota en la zaga de forma formidable. Garay es un jugadorazo francamente especial. Y solo tiene una nota negativa: sus excesivas lesiones o molestias musculares que provocan que se pierda muchos partidos a lo largo de una temporada. Y oigan, al margen de su calidad como futbolista encima tenemos un añadido en las redes sociales con la presencia de su mujer, Tamara Gorro, que no para de moverse en compañía del propio Garay en las redes sociales teniendo un montón de seguidores y la simpatía de todo el mundo. Bien, a lo que iba, me estoy acordando del último partido de Garay y de todo el Valencia y es indudable que debemos destacar la condición de comandante de Parejo como futbolista más destacado de este actual Valencia, pero en este caso, en el duelo que nos ocupa y otros muchos anteriormente, la actuación de Garay fue del todo sobresaliente y ofertó a su propio equipo una garantía en la zona defensiva de una calidad tremenda. Cuando Garay está bien el equipo lo nota un disparate y además con su presencia y su forma de medir el juego provoca que el central que le acompañe en cualquier batalla futbolera destaque también simplemente por seguir los pasos del maestro y la forma de actuar del maestro. El Valencia en los últimos partidos está demostrando una solidez defensiva más que notable y por esa parte debemos de agradecer brutalmente las actuaciones de un tipo como Garay que hace que el fútbol del Valencia se convierta en rocoso y bien estructurado como quedó demostrado de forma rotunda en el último duelo frente a este Real Madrid que ha perdido la cabeza desde que se piró Cristiano y no ha sabido en ningún momento como reemplazarlo lo cual hace más vistosas las actuaciones de un tipo como Garay que otorga al Valencia toda su voz de mando y su jerarquía en esa zona del campo donde suelen ser vitales los hombres importantes para tales menesteres. Garay escenifica todo eso y en el caso que nos ocupa encima marcó el gol que a la postre fue decisivo -por cierto, el Valencia jugó de forma tan excelente que debería hacer cerrado el marcador incluso mucho antes- para que el Valencia ganara con tranquilidad y abrazado a la justicia deportiva a todo un Real Madrid que jugó maniatado en el viejo coliseo de Mestalla. Con Garay el Valencia ganó en fundamentos y se vuelve mucho más sólido e infranqueable. por eso estas líneas van por él y por su juego, y ojalá no se nos lesione más de aquí al final de temporada. Con Garay en el campo y en forma el Valencia crece de forma rotunda y sí, se merece este aplauso con toda la justicia del mundo.Y ese tal Pedja

Pido disculpas por hablar de este individuo al que últimamente le hemos abierto las puertas del entrañable coliseo de Mestalla y sinceramente no debimos hacerlo jamás. Es un pobre hombre bastante miserable e incluso despreciable. Antes del partido del pasado miércoles fue claro y rotundo en sus declaraciones: «Quiero que gane el Madrid» dijo Pedja a voz casi en grito. Y sí, tanto él como su Madrid mordieron el polvo en Mestalla. Día grande para el Valencia, no para ese tal Pedja.

Más opiniones de Vicente Bau.