Es el hombre en la sombra, el escondido, el tapado de alguna manera. La vitalidad de Jaume y el buen rollo que transmite día sí, día también, están fuera de toda duda. Juega poco, protesta casi nada, siempre tiene una sonrisa en la boca y este sábado le toca representar el papel principal -o uno de los principales- en la meta del Valencia CF frente al Barça en esta final de Copa del Rey que nos pone a todos de los nervios. ¿Y? Pues algo muy simple, pero que viene muy a cuento hoy. Yo confío a lo bestia en Jaume, se que se va a dejar la piel en el partido y también conozco su implicación enorme con este Valencia que se la juega este próximo sábado ante el Barça. Y es en este partido, un de partido que marca el final y el principio para miles de valencianos, donde tendremos la oportunidad de celebrar el Centenario por todo lo alto si se consigue el objetivo inicial trazado por los valencianistas. Y es aquí donde entra Jaume y donde Jaume puede grabar su nombre en el corazón de los valencianistas para la historia de siempre jamás. Una historia especial que siempre encierra un título y en este caso, en el caso que nos ocupa con Jaume, puede marcar un acontecimiento realmente importante y ser uno de esos que se te graban en el corazón para el resto de tus días. Y eso implica una final y eso es todo lo que de alguna forma lleva escondido una final antes de que se dispute. Ahora mismo todos son conjeturas y de alguna forma dos formas de vivir un simple partido de fútbol de dos formas muy distintas según al equipo que tu lleves en el corazón. Para los blaugrana es un simple partido más de las muchas finales que llevan ganadas. Otra más, otro pequeño título más. No les pone de los nervios ni les implica ninguna motivación especial. Ojo, no, no digo que vayan a salir relajados y que al Valencia no le vaya a costar ganar el título. No, el Barça sí saldrá a ganar con una motivación distinta a la que sí tiene el Valencia. Y es por ahí, por esta parte, donde vuelvo a pensar en Jaume y vuelvo e pensar también en todo lo que se juega en tan solo noventa minutos de fútbol. Y es aquí donde este deporte es especial y donde es casi vital ver al Valencia en una final como esta con una afición volcada y con un equipo con las pilas cargadas por su buen 'sprint' final en el campeonato de Liga. Si se fijan ocurre todo lo contrario que en el Barça. En la escuadra blaugrana una Copa del Rey es solo un trofeo menor más que no les motiva demasiado. Tras caer eliminados de la Champions sí que están motivados, pero su cabeza, la de sus futbolistas, está mil veces menos concentrada que la de los jugadores del Valencia. Y por ahí de nuevo entra Jaume. Si empieza el partido serio y seguro les va a transmitir al resto de los jugadores del Valencia esa seguridad que de alguna forma va a ser como una especia de prima extra para el resto de los jugadores. Y sí, Jaume lo puede hacer y lo va a hacer seguro de sí mismo a partir del minuto uno. Yo, personalmente, sí confío a lo bestia en él.La salida del equipo

Por otra parte les voy a hablar de la salida del equipo hacia Sevilla y de la manera en que fueron despedidos los futbolistas por una afición que está viviendo a lo bestia este final que casi nadie se esperaba pero que ya tenemos ahí. Manises se inundó de seguidores del Valencia que no dudaron en despedir a su equipo como grandes campeones. Y sí, ahora le toca a ellos devolver ese cariño consiguiendo la Copa. Sería la bomba.

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