Hoy es un día especial. Si haces un repaso de todo lo que se ha dicho y publicado estos días con el Valencia como centro de atención parece que nuestro equipo es un sujeto peligroso metido en una de esas mil mafias que rodean el balompié hispano. Los medios de comunicación cultivados en Madrid, esos que dicen que son nacionales pero que en el fondo son madrileños y del Real Madrid por los cuatro costados, han hecho el ridículo de una forma miserable acusando de alguna forma al Valencia de haber comprado un partido de Liga, el último contra el Valladolid. Bien, despejado el tema, es decir sabiendo que son infundios y que el Valencia está libre de toda sospecha, lo que sí resulta miserable es la falta de rigor y de profesionalidad de ciertos medios mesetarios, casi todos, que parece que estén en primero de periodismo o que los periodistas que trabajan allí sean hijos o sobrinos que algún alto cargo de las distintas emisoras o empresas periodísticas. Miren, señores -por llamarles de alguna manera- en provincias como esta de Valencia los medios de comunicación son con diferencia mucho más rigurosos que los aprendices sin maestro que tienen en sus redacciones. Y ese apéndice, escudados en sus propios medios de comunicación, engorrinan de mala manera el nombre del Valencia y lo arrastran con deshonra por toda la vieja Europa que se hace eco de sus falacias y es de una inmoralidad y falta de profesionalidad que casi asusta pensando como se está manejando hoy en día semejante desinformación engorrinada. Bien, a lo que íbamos. El Valencia CF debe reaccionar ya contra esas falacias y no solo por parte de la boca de Alemany en esa rueda de prensa que hizo ayer que tendría que haber sido más contundente. Miren, yo así de buenas a primeras, le diría al Valencia que lo que tiene que hacer sin demora es centrarse en su propia prensa, en sus propios medios de comunicación, es decir en los de Valencia, y dejarse de hacer la pelota a esos medios nacionales que están repletos de periodistas botarates y que de alguna forma están desprestigiando el nombre del Valencia que en estos momentos está recuperando su normalidad y prestigio de forma indisimulada y que bueno sería que el propio Valencia deje de hacer la pelota a los medios de Madrid y se centre, de una vez por todas, con los medios valencianos que son los que a la postre siempre le van a tratar con objetividad. Así pues, el fallo es doble. Fallo de periodistas mentecatos y fallo del Valencia por dejarse querer por esos mentecatos sin criterio. Ojalá cambie todo ya y podamos vivir entre nosotros en paz y armonía.

Y lo de Carlos Soler

Este final de artículo poco tiene que ver con lo anteriormente expuesto y sí incide de forma casi grotesca pero sincera del todo en mi modo de entender el fútbol y en mi manera de saber valorar a algún futbolista. En este caso se trata de Carlitos Soler y de su forma alucinante y pletórica de acabar la temporada por todo lo alto y callando algunas bocas rastreras que afirmaban que él era un futbolista egoísta y mimado por el Valencia. Y sí, por mi parte me inclino claramente por mimarle. Es un futbolista muy joven y con una claridad tremenda en sus botas. Y le guste a quién le guste, y a su edad, yo doy por sentado que va a desarrollar un fútbol tremendo en un futuro inmediato. A mi me encanta Soler y me encanta más todavía todas sus cualidades. un futbolista muy a tener en cuenta.

Garay, estando bien, resulta un jugador fundamental.

que estuviera en la grada del Puchades -en compañía de gente tan de la casa como Lato o Ferran Torres- viviendo la salvación casi por los pelos de un Mestalleta que debe empezar a enfocar la próxima temporada de una forma más contundente que la actual. Pero bueno, eso da igual, señalo simplemente a esos tres jugadores del Valencia para destacar la importancia que sí tiene la gente de la cantera, los de casa. A eso se le llama implicación y si esa implicación llega con goles, como los de Carlitos Soler, es una implicación estupenda que envía un mensaje de implicación enorme pensando en la inminente final que nos aguarda.

Ojo a las faltas

Y bueno, aunque faltan varios días para que se dispute esa final que tenemos todos entre ceja y ceja, yo si fuera Marvcelino les pediría a mis jugadores que no hicieran faltas cerquita de nuestra propia área. Vale, sí, el Barcelona está moralmente algo destruido pero teniendo a Messi en tus filas una falta de esta tipo, una faltita cerca de tu propia área, es casi un penalti en contra de esos que no debemos cometer jamás. Yo haría todo lo posible para intentar evitar ese tipo de desplazamientos. Messi es mucho Messi, la verdad, y el tío suele clavar los goles en cuanto tiene una faltita de esas a favor. Y evitarlo, evitar que lance, sí que es interesante.

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