Es preciso ser justo para hablar de este jugador y de su tremendo rendimiento en la actual temporada que concluyó con el recital que se ha marcado con el último partido de la selección española. Yo ignoro la causa, pero sí soy capaz de darme cuenta de su tremenda evolución y de su actual brutal rendimiento -y digo brutal como bueno, casi excepcional-que ha tenido en la pasada temporada y en su llegada ilustre a la selección española. Hablo claro está de Dani Parejo. Parejo, debemos ser francos, sí tuvo en el pasado alguna crítica mía negativa por tener un estado de forma y de juego por debajo de lo que consideramos normal. Pero todo eso ha cambiado. A sus treinta años ha madurado de forma excepcional y posiblemente nos encontramos en su mejor temporada como jugador blnquinegro y eso le ha catapultado con justicia a la selección española. Parejo, además de su gran juego y enorme regularidad, ha adquirido una madurez fuera de lo común coincidiendo con el brazalete de capitán que le puso MarcelinoAl público de Mestalla le ha pasado algo parecido a lo que me ha pasado a mí. Parejo ha estado jugando con críticas de todo tipo -especialmente destaco las críticas negativas- pero en la actual temporada no solo no recibe crítica alguna, en esta temporada los aplausos a su juego con unánimes y su rendimiento sobre el terreno de juego es infinitivamente superior a lo esperado. Parejo ha acabado el año mandando en el vestuario y recibiendo todo tipo de elogios por su fútbol completo y espectacular. Y sí, debemos ser justos y valorar más que positivamente su actual temporada, Sus treinta años invitan a pensar en que ha adquirido un compromiso de regularidad y seriedad fuera de lo común. Parejo, su fútbol, ha crecido como la espuma y en todo momento domina el juego y sabe lo que hace con el balón vomo si fuera un auténtico fuera de serie. Sus compañeros de equipo lo tienen y todos los consejos que da Parejo en el vestuario son atentidos de forma abdsolutamente privilegiada por el resto de sus compañeros. Piénsenlo bien. Antes de empezar un partido del Valencia e incluso en el descanso se puede ver por las cámaras de televisión a un tipo que reune a sus compañeros y les transmite las últimas consignas para disputar un partido e incluso da consejos de como debe colocarse el equipo o quién marcar a quién. Y eso en el mundo del fútbol es una virtud que atesoran muy poquitos futbolistas y que se les vea que manden de una forma tan directa y tan concreta apenas existe alguno. Por lo demás, es decir aplaudiendo el actual estado de forma y mental de Parejo, tenemos al Dani de la selección donde ha llegada casi de puntillas pero en el último duelo contra Suecia Parejo tiene carácter y ese carácter lo regala en cada equipo del que forma parte. Y para eso hace falta madurez y talento casi a partes iguales. Y Parejo tiene ambas cosas de forma indisimulada. Repito lo anteriormente dicho. Que un futbolista con la treintena ya cumplida desarrolle a lo bestia todo su potencial y ese potencial sirva para que el equipo donde juegue eleve su rendimiento de una forma brutal y acompasada solo es fruto de un cultivo muy bien desarrollado. Como el de Parejo hoy en día.

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