Vaya por delante que le mando mil abrazos a Alemany y de alguna forma así justifico el artículo del otro día que titulaba: «Alemany, ponte ya las pilas». Y lo justifico por una razón muy sencilla. Alemany estaba sin pilas, se las había arrancado el señor Peter Lim Es decir, si Lim le quitó las pilas a Alemany, es imposible cargar lo que no tienes y te han quitado. Sin pilas no puede funcionar nadie serio, y dejar a Alemany sin pilas es una especie de asesinato hacia el propio Alemany e incluso también hacia el propio Valencia CF. Miren, si un tipo que no tiene ni idea de cómo funciona el fútbol, como es Peter Lim, quiere ser el amo del calabozo y tomar todas las decisiones ya nos podemos despedir de un Valencia en condiciones o mínimamente competitivo. Peter Lim es el dueño, sí, es el amo del calabozo, sí, pero si por casualidad -en este caso por recomendación de Tebas- encuentras a la persona que te ponga en orden dicho calabozo y convierte tu inversión incluso en un buen negocio sin prisa pero sin pausa, ese sin duda alguna es un tipo como Alemany que sabe lo que hace y sabe también como hacerlo. Así las cosas quitarle poder al tipo que te está haciendo un trabajo descomunal solo es propio de propietarios torpes y mal negociantes... al menos en lo referido a este deporte que llamamos fútbol. Miren, si yo fuera Peter Lim tendría claro que con Alemany mi proyecto funciona, que con Alemany mi inversión crece y crece, y que incluso si lo que pretendo es vender con el paso del tiempo, lo cierto es que Alemany está consiguiendo que el Valencia resulte más caro para cualquier comprador. Y ese es el tema. Si tienes a uno que sabe como funciona este negocio y te lo quitas de encima estarás tirando piedras contra tu propio tejado seas del país que seas y seas o no negociante. Peter Lim es un millonario que tiene sus negocios y sus empresas y por ahí gana un montón de pasta y es una persona muy bien considerada en el mundo de las finanzas. Siendo así es todavía más incomprensible que un negociante formado en mil batallas le quite la capacidad de decidir a un tipo que sabe lo que hace y que te puede hacer con el paso del tiempo un poquito más millonario. Querer ahora figurar como el dueño del calabozo es tirar por los suelos toda la normalidad que el Valencia CF ha adquirido en estos dos últimos años. Es de una torpeza tremenda incluso para un negociante tremendo como Peter Lim. Ahora solo queda esperar acontecimientos. El sano juicio ya sabemos donde se encuentra.Reunión con Bankia

Les voy a contar un secreto que no debería contar, pero me remuerde por dentro de una forma considerable. Cuando Bankia tuvo que poner en venta al Valencia, existían muchos nombres ligados a este proyecto para que el banco al final de mil historias proclamara un vencedor de los turnos casi rogatorios. Pues bien, en esas estábamos, y yo tuve el inmenso placer de reunirme cara a cara con dos enormes ejecutivos de Bankia que querían saber mi opinión sobre a quién vender el Valencia que habían destrozado unos valencianos. Pues bien, de esa conversación me acuerdo perfectamente del resumen de la misma y no fue otro que comunicarles que no me importaría que vendieran a cualquiera que no fuera un tipo de Singapur llamado Peter Lim. Y me temo que acerté en mi consejo de pleno. Estoy desolado, la verdad.

Más opiniones de Vicente Bau.