Anda el Valencia CF metido en mil batallas y parece que no nos demos cuenta de lo más importante de todo que no es otra cosa que comenzar casi de inmediato una nueva temporada cargada en principio de ilusión, pero da la impresión que nos estamos olvidando de eso y nos van más las peleas internas que las futuras luchas contra los rivales de nuestra competición. Y eso es lo triste, lo verdaderamente triste, y es ahí donde el Valencia puede comenzar la temporada con cara de pocos amigos y no excesivamente centrado en todas las batallas que tenemos por delante. Y por cierto, yo ya lo he explicado alguna vez, pero lo vuelvo a repetir sin problema alguno. Al fútbol se emplean las botas para jugar, pero el fútbol de verdad nace de la cabeza y si tienes la cabeza bien y en su sitio las piernas te responderán sin ningún tipo de problemas. Y es ahí, en la cabeza de los futbolistas de nuestra plantilla, donde debemos prestar atención y de alguna forma también motivación para que el nombre del Valencia esté a la altura que se le supone y comencemos con buen pie y bien concentrados nuestro camino en esta temporada que se va a iniciar a la vuelta de la esquina y en la que es del todo inconveniente que los juadores se despisten pensando en otra cosa que no sea ganar al rival de turno. Por cierto, nuestro primer rival de turno será la Real Sociedady sería de lo más recomendable optar por un complicado hoy en día ambiente positivo para que los jugadores y todo el estadio recargue la suficiente energía en sus cabezas para convertir al Valencia, desde el primer momento de este campeonato, en un rival que sí sabe cerrar filas y que sí sabe concentrarse a lo bestia en esto de jugar al fútbol dejando de lado todas esas miles de historias que parecen afear de una forma casi violenta a nuestro equipo cuando faltan muy poquitos días para que empiece a rodar el balón y con el balón también comienzan a rodar todas nuestras ilusiones en esta temporada postCentenario que vamos a tener por delante tan solo en cuestión de unos días. Y yo lo tengo claro. Soy del Valencia y quiero que mi equipo compita y gane todo lo que pueda ganar. Y sí, como soy del Valencia desde hace un mogollón de años espero que toda la movida que se está viviendo en torno al club no se convierta en un arma que destruya la línea de navegción deportiva de este club que merecería vivir en la tranquilidad en lugar de sentir un acoso terrible por todas partes. Yo confío en los jugadores y hoy me voy a centrar en ellos sin dejarme arrastrar por todos estos follones que tantean a nuestra mercantil. Me da igual quién fiche o desfiche, quién ponga más dinero o acumule menos, lo que sí me importa es que el equipo, los jugadores de la plantiñlla, no se dejen influir por semegante ambiente de crispación y se centren en la magia que siempre nos ha ofrecido este deporte.

El papel de Parejo

ParejoEs el capitán del equipo, el hombre que nos enamoró a todos la pasada campaña y el futbolista reconocido por sus propios compañeros como el líder de este grupo de futbolistas. Pues bien, Parejo, en su amplitud -que realmente no es poca y sí muy interesante- le ha dicho a Murphy que no toquen lo que sí está funcionando. No hablo de presente, pasada o futuro. Solo apunto lo que comunicó Dani Parejo y es algo que encuentro de una tremenda madurez. Y de alguna forma estoy con él y con su mensaje.

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