Les voy a ser sincero. En todo el follón que arrastra el Valencia CF y que este próximo domingo tenemos partido en Mestalla contra un recién ascendido al que deberíamos ganar sin ningún género de dudas. Y en esas estoy ahora. No pienso ahora en Peter Lim o Peter LimMarcelinoentre los altos cargos de Valencia y el dueño de esta entidad. Me centro en lo inmediato y pienso en ese Mallorca que juega un fútbol rocoso y que está disfrutando a lo bestia con su regreso a la Primera División.

Y pase lo que pase, traspasemos a alguien o se quede con nosotros, tengo claro que la plantilla del Valencia es muy superior a la del Mallorca y se trata en este caso de mentalizar a todos de que lo más importante en este deporte consiste en algo tan simple que en ganar el siguiente partido que tengas que afrontar. Así las cosas me dejo de líos, ya estoy un poco hasta las narices de escribir de follones y malentendidos, tengo claro que este club de mis amores pertenece a un tipo de Singapur y por lo tanto él es el que debe mandar en todo este cotarro, y yo me centro fundamentalmente en lo más importante que me enseñaron cuando era pequeñito y empecé a enamorarme de este deporte.

Y lo que me enseñaron, algo nada complicado pero que a veces da la impresión de que todos nos olvidamos de lo que tenemos por delante, consiste en pensar en el próximo partido, en el inmediato partido, y pensar siempre que ese duelo inminente si se puede ganar jugando con normalidad a este deporte. Así por tanto regreso a mi pasado y me centro de nuevo en eso que me enseñaron de pequeñito. Pienso en el Mallorca, veo los jugadores que tiene y los que tenemos nosotros, y confío que el Valencia nos regale la primera victoria de la temporada y de alguna forma también represente la primera alegría de este complejo y extraño verano.

Y eso es el fútbol y en eso debemos centrarnos para no perder los papeles. El Valencia, motivado u obligado a motivarse en la Liga, tiene en sus manos hacerle un pequeño regalo de final de verano a una afición que siempre es fiel y a la que tiene un poquito desquiciada. Con un triunfo los males son menores y con una derrota todo se agrava un disparate. Centrémonos en lo nuestro y dejemos que los otros acontecimientos, las otras noticias, no nos impidan valorar lo más importante, que es ganar el domingo.

Y los cambios

Y miren, yo sigo pensando en ese duelo contra el Mallorca y pienso en algunos cambios que debería introducir Marcelino para hacer que el equipo sea más competente de lo que parece hasta este momento. No voy a dar nombres y voy a dejar de especular con mis favoritos o sus favoritos, todos tenemos favoritos, pera aquí el que manda es el entrenador y ya le toca mandar mensajes positivos y dejar de quejarse por la gestión de Peter Lim. Y Marcelino en este caso, debe pensar mucho más en el Mallorca y mucho menos en las gestiones que nazcan del cerebro del dueño del Valencia. Por una razón muy sencilla. El equipo necesita motivación y debemos aprender de una vez por todas que el dueño es el dueño y manda.