No voy a entrar en el pasado y hago un guiño pensando en el futuro y ese futuro pasa por Celades y por el Valencia. Sobre el despido de Marcelino, un entrenador que logró tres cosas importantes que a continuación les desvelo, pero que no cumplió lo más mínimo con los planes trazados por el dueño de esta mercantil que no es otro que Peter Lim. Marcelino, eso sí, contaba con el apoyo de los jugadores, había ganado una Copa del Rey y también había conseguido meter a su equipo en la Champions. Logros interesantes los tres, pero del todo insuficientes si tu amo, si el dueño de la entidad, se siente defraudado por no cumplir sus órdenes y a Peter Lim le puedes gustar o no, pero si no le obedeces eres profesional liquidado. Marcelino se ganó al personal, pero se enemistó con el dueño y yo, en cada rueda de prensa que ofreció, me quedé con la impresión de que estaba lanzando un reto que daba toda la sensación de que no tenía ninguna posibilidad de ganarlo. Nunca he sido muy de Marcelino, pero reconozco que sí que ha realizado un buen trabajo en Valencia y considero de forma más directa que su despido se ha ejecutado en un momento delicado para todo el valencianismo. Digo más. Si yo fuera el dueño del Valencia y no confiara en Marcelino no hubiera dejado que empezara la temporada y explicaría las causas de mi decisión. El silencio y la distancia que separan a Peter Lim del personal valenciano corren en contra del máximo accionista y le colocan en una posición difícil de asumir y más difícil de entender por el personal, un personal que se muestra tan cabreado y distante de Peter como lo están casi la inmensa mayoría de jugadores de la primera plantilla del Valencia. El despido de Marcelino se ha ejecutado de forma horrible y fuera de plazo. La distancia que separa al extécnico del Valencia del máximo accionista de la mercantil no era un tema de ahora mismo y si que llevaba tiempo arrastrándose de forma indisimulada. Miren, te guste o te de rabia, Peter Lim manda en esta empresa como cualquier empresario manda en la suya. Es cierto que su mando queda lejano del sentir de la gente y que su hombre de confianza en Valencia, digo de Murthy, es prácticamente un hombre de paja que resuelve muy pocos problemas, o casi ninguno.

Y ahora llega el Barça

Y lo más grave del asunto es que ahora mismito llega el partido contra el Barça en el Camp Nou y da toda la impresión de que este equipo, este Valencia, está francamente roto y que no parece dispuesto a tomarse este duelo con la seriedad que requiere. Los jugadores están molestos con lo de Marcelino y la ausencia de Peter Lim en Valencia corre absolutamente en contra del máximo accionista. Y el nuevo entrenador, Albert Celades, llega en un momento delicado para él y más para la plantilla que tiene que entrenar y que en este momento tiene un disgusto monumental. El Valencia huele mal y casi todas las cosas se han ejecutado mal y a destiempo. A Peter Lim le puede importar poco, pero su sempiterna ausencia de Valencia corre en su contra de forma indisimulada. Y este sábado tenemos una enorme prueba de fuego ante un Barça sin Messi en el equipo, pero con una plantilla sensacional que ya no puede dejarse más puntos de forma absurda. El Camp Nou va a poner a prueba el grado de implicación de los jugadores del Valencia... que sí, que hoy están mal, pero son profesionales.

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