No pienso hablar demasiado del partido. Perdió el Valencia CF, perdió relativamente bien, y ganó Rubiales con su invento de disfrutar del Real Madrid en la final de una Supercopa adulterada. Los planes del presidente de la Federación se van cumpliendo y ya solo falta que el Barcelona dé el paso para asistir a un Barça-Madrid en la final de una Supercopa adulterada y cumplir de alguna forma con esa gente de Arabia que en compañía de Rubiales tenían planificada esa final antes de que llegara ningún equipo a dicha ciudad.

Un gol bobo

Y el partido en sí, el duelo tramposo contra el Madrid, se rompió por un tremendo error de todo el Valencia CF y mayúsculo, por su parte, de un Jaume que no estuvo a la altura de la jugada. Todo sucedió en un córner lanzado por Toni Kroos mientras los jugadores del Valencia CF, incluido el portero, se dedicaban a protestar al árbitro el lanzamiento de dicho córner, o la concesión de dicho córner a favor del Real Madrid, que no lo era. Bien, una cosa es reconocer que no lo era, había falta previa a favor del Valencia, y otra no defender y quedarte a protestar dicha jugada. Y eso es una torpeza y más torpeza todavía hacerlo contra el Madrid en Arabia para bochorno de medio mundo, pero nunca para despistarte de semejante manera.

Poco que decir

El Valencia, al fin y al cabo, sí cumplió con el guión preparado por Rubiales, pero no estuvo a la altura del guión que también había soñado los seguidores del conjunto blanquinegro. Fundamentalmente ese gol bobo que rompió el marcador a favor del Madrid tiró por tierra las ilusiones de casi todo el mundo y luego ya fue simplemente un ir y venir de un Madrid bien apoyado por la gente de Arabia y por un árbitro condescendiente con ellos. Se cumplió el guión y lo único bueno que saca el Valencia CF es que ha sido timado con un descaro descomunal, pero al fin y al cabo podrá descansar más que los equipos que lleguen a la final programada por Rubiales para bochorno absoluto de todo los que reclamamos un poquito de justicia en nuestro balompié, que ayer fue una vergüenza absoluta para todos los amantes del deporte de verdad, del fútbol de verdad.

A pensar en la liga

Para el Valencia se acabó el sueño, o medio sueño, de alcanzar la final de la Supercopa por culpa de Rubiales y por culpa de un Madrid que sí fue superior a un Valencia desdibujado tras encajar ese primer tanto. Ahora lo que toca es pensar de nuevo en la Liga española y en ir pensando escalar posiciones para acercarte a esa Champions que todo el mundo quiere alcanzar y que además el tal Rubiales no la puede manipular de forma rastrera. Yo, por tanto, me centro en la Liga y paso de esa comedio de la Supercopa que se ha maltratado en Arabia a cambio de un buen puñado de billetes. Gana la Federación en su patochada y pierde a lo bestia el fútbol español por participar en semejante cuento o broma deportiva que jamás tenía que ocurrir, mejor que ni pasara.