No es un partido más. El duelo de Granada, al margen de ser a vida o muerte, implica también el inicio de un calendario frenético para el Valencia CF con un equipo todavía con bajas ya sea por lesión, como es el caso de Garay, o por las sanciones de Coquelin y Wass en el siguiente choque contra el Getafe allí en el Coliseum. Al Valencia se le agolpan los problemas uno tras otro y en este caso es evidente que las bajas son importantes pero no cruciales para una escuadra como la de Celades, que no para de crecer pero a la vez no para tampoco de tener graves problemas. Yo para estos cuartos de la Copa espero un Valencia CF ambicioso ante el Granada sabiendo de antemano que eso de jugar en su propio estadio le da cierta ventaja a la escuadra andaluza. Este partido no entiende de lamentos y la obligación de todos es seguir mirando al frente sin pensar en lesiones o ausencias, plantando cara a un equipo que pese a ser un recién ascendido ocupa la décima posición en la tabla y se ha convertido en una escuadra fuerte a la que no va a ser fácil ganar.

Granada

Todo indica que el duelo va a ser complicadísimo, en el nuevo Los Cármenes espera una escuadra feliz por lo resultados que ha obtenido en su regreso a LaLiga y que por su cómoda marcha en la clasificación, nada menos que 12 puntos por encima de la zona de descenso, tiene muchísimo que ganar y poco que perder. Por lo tanto lo va a dar todo por complicarle la vida al Valencia y lograr algo tan bonito como disputar unas semifinales de esta competición. Juegan ante su afición, saben que el Valencia llega agobiado por las bajas y después de sufrir un golpe tremendo con la grave lesión de Ezequiel Garay.

Trabajo, trabajo, trabajo

Lo cierto es que este Valencia CF tiene cantidad de trabajo por delante y se intuye que la plantilla, o los jugadores que acumulan partidos, comienzan a arrastrar cansancio como bien indica Celades. Lo grave del asunto es que ahora el Valencia tiene un calendario de aúpa con la Copa del Rey, partidos claves de la Liga y ese duelo de Champions ante el Atalanta que nos aguarda a la vuelta de la esquina. Indudablemente el Valencia va a tener que multiplicarse ante semejante panorama y se trata que la intensidad del juego de los de Celades no baje ni un punto. Ocurrió en el triste partido de Mallorca, pero a continuación se ha corregido con una línea de actuación de Celades que en cierta manera nos está sorprendiendo y que supera muchas de las previsiones que hacíamos cuando se confirmó su fichaje. El entrenador está ganando mucho crédito por su trabajo, por la normalidad y tranquilidad con la que conduce esta plantilla desde que llegó.

Y lo de Guedes

Tengo curiosidad por comprobar lo que pueda tardar Gonçalo Guedes en volver al equipo, no a los entrenamientos, sino a jugar un partido. En estos momentos, con todos los retos que tenemos por delante, un buen Guedes sería una inyección energética fundamental para este equipo.

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