Es indudable que la imagen que está ofreciendo el Valencia CF últimamente invita a todo menos al optimismo de sus seguidores. El equipo da la impresión de que se rompe y que los objetivos que tenemos marcados se alejan de forma rotunda e incuestionable. Pero eso no es verdad. Pensemos con la cabeza fría, sin dejarnos llevar por el ridículo que hicimos en el último partido, y calculemos todo lo que tenemos por delante y las exigencias que esos compromisos llevan consigo. Al margen del partido de Champions contra el Atalanta, donde parece así a priori que lo vamos a pasar de pena viendo el nivel que están manejando ambos equipos, lo que sí que conviene hacer y además ponerse a prepararlo ya mismo es el duelo que tenemos casi de forma inmediata ante el Atlético de Madrid en Mestalla, en el que nos jugamos una de las plazas que otorgarían al final de ctemporada un puesto Champions. Eso si todo va por su camino y el Valencia gana el duelo ocultando esa cara tristona que le acompaña últimamente. Ese objetivo, la Champions, es uno de los retos más importantes e inexcusables para la mercantil, por los ingresos que garantiza. Toca por lo tanto que los jugadores se pongan las pilas y piensen que un trabajado triunfo ante la escuadra rojiblanca nos puede poner de nuevo en activo tras este último parón, que esperamos que no sea eterno y que el Valencia espabile ya. Basta de jugar partidos inconsistentes y pésimos en ejecución, de desaparecer de los terrenos de juego, es la hora de que regrese ese equipo difícil de batir y con ganas de plantarle cara a quien sea.

Y lo de Celades

Debo ser franco y confesarles lo que siento en estos momentos en torno al Valencia CF y en torno al fútbol que está desplegando este equipo. Me da la impresión de que Albert Celades poco a poco se está viendo superado por la presión, que no termina de tomar las riendas del grupo y que los jugadores a veces se toman los partidos un poco a la ligera, sin tener en cuenta que todos los puntos pueden ser al final igual de trascendentes. Entiendo que Celades debería alzar la voz y hacerse notar para que de una vez surja el respeto y los jugadores no se tomen los partidos según sus propios intereses. Como ven es un mensaje para el entrenador que, al margen de las bajas que son un problema de verdad, tiene que tomar decisiones urgentes para que esta plantilla vuelva a mostrar su auténtico valor en el mercado.

El próximo rival

Miren, la presencia del Atlético de Madrid este viernes debería servir para que el Valencia CF tome de nuevo las riendas y despliegue un buen juego, que lo haga de manera inteligente, dado que el rival no está en su mejor momento pero es peligroso. En ese duelo podemos ver la lucha de un equipo con pocos elementos en la zona de vanguardia como es el Atleti ante una escuadra que hace aguas en la zona defensiva. Un duelo extraño pero cargado de necesidades para el Valencia.

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