Este titular no es un desprecio a la escuadra italiana que el pasado miércoles sacó los colores a un pésimo Valencia CF en el coliseo de San Siro. Sí indica o intenta indicar que el nivel del equipo italiano en el fondo no es nada del otro jueves y, si bien es cierto que busca el gol de principio a fin casi sin pararse a pensar, también lo es que su retaguardia deja mucho que desear para el fútbol que representa, el italiano, que normalmemnte es mucho más duro y contundente en defensa. El Atalanta, visto el partido que vimos, se midió a un equipo timorato con una defensa esquéletica, un centro del campo escasamente creativo y una vanguardia desquiciada muy a nuestro pesar. Para decirlo claro y para que todos ustedes me entiendan. Un equipo así, como este italiano, lo tendría apurado para clasificarse para competiciones europeas si estuviera en la Liga española. Vale, sí, marca goles con facilidad pero cede ocasiones al rival con la misma y sorprendente exactitud que las crea. Y un equipo así, un equipo que exclusivamente se preocupa de atacar pero que carece de conciencia defensiva sería un equipo menor en la Liga española.

Yo al Atalanta lo veo con un estilo que me puede divertir, pero estoy convencido que al igual que me desata una sonrisa aquí en la Liga española me pondría de los nervios por las enormes ocasiones en su área que le permite disfrutar al rival. Ataca pero no defiende. Y eso puede ser entretenido para el espectador, pero para el fútbol serio de este ya maduro siglo XXI es una temeridad que sin duda te hará pagar caro cualquier equipo contra el que te enfrentes, claro, mientras no te otorgue los poderes y las ocasiones que te regaló un torpe y timoratoValencia en el partido de octavos de la Champions. El Atalanta nos ganó por derecho, pero ese derecho se lo regaló el Valencia jugando un partido impropio de la Liga de Campeones y casi impropio del fútbol español en el que nos movemos. Con Celades este equipo ha empezado a perder demasiados partidos por goleada y eso es más demérito del propio Valencia CF que mérito del contrario de turno, porque también le hizo cuatro el Mallorca, recordemos.

Al Atalanta, ese que vimos en San Siro, lo pilla algún equipo español puntero en el mismo partido y le puede hacer dos o tres goles casi sin despeinarse. Ahora bien, el visitante fue este Valencia que pierde con absoluta facilidad un montón de duelos fuera de su campo y eso quiere decir que ese cuatro a uno que nos endosó el Atalanta sería casi imposible que este mismo equipo se lo hiciera a cualquier otro conjunto de la Liga española. Pero sí, tristemente, el Valencia no dió la talla.