El problema se está haciendo más grande tal cual se suceden los días con el consiguiente deterioro de la imagen del Valencia CF Todo lo que está pasando es muy sospechoso, nada coherente, y pocos aficionados creen ahora mismo que vayan a ser capaces de confeccionar un proyecto de verdad competitivo. Aunque, ciertamente, lo que piense la afición da la impresión de que no importa mucho a los actuales propietarios de nuestro querido club. Y la verdad es que podemos decir todos los días un montón de cosas -negativas casi todas- pero lo que no aparece por ninguna parte es este o aquél que tiene el dinero y está dispuesto a comprarle este club al magnate de Singapur. Ahí está el quid de la cuestión.

Mucha tristeza

Miren, les voy a ser franco. Estamos a primeros de agosto y entre la tristeza real por la situación del coronavirus y la escasísima atención que nos genera el Valencia CF, que en lugar de estar formando un equipo lo que están haciendo es acabar de deshacer el que había. Los problemas y los líos aparecen a todas horas. Ya en su día, cuando Bankia buscaba comprador, manifesté mi oposición para que la venta no fuera a Peter Lim, y así estamos a estas alturas, seis años y pico después y sin nada de lo que realmente prometieron.

¿Y ahora quién?

La mayor tristeza de este momento me la otorga el pensar que no existe alguien con algo de solera, prestigio y por supuesto dinero para comprarle el Valencia CF a Meriton y darle algo de raciocinio a este club que desde pequeños nos robó el corazón para siempre. Y eso es cierto. Escucho mil quejas, oigo todo tipo de opiniones negativas al actual Valencia, la afición empieza a perder la implicación y la esperanza, pero con ese aterrador panorama no se me ocurre nadie capaz de trazar un regreso a la normalidad.

El estadio y Bankia

Miren, no soy muy del actual alcalde de la ciudad de Valéncia, el señor Joan Ribó, pero sí tengo que decir que estoy con él cuando reclama al Valencia CF de Peter Lim que le dé luz verde y viabilidad a ese nuevo estadio que ya es viejo desde que se proyectó y que parece que no pertenezca a nadie. El camino es rarete pero en el fondo es el único real que yo veo para apretar en serio a Peter Lim con el objetivo de que acabe el nuevo estadio tal como se comprometió en su día, o en su defecto que venda las acciones y la titularidad del Valencia. Todo lo que digo es fruto de la desesperación, estoy muy triste y dolido con lo que veo y no veo una solución real e inmediata. Y sí, yo sigo enamorado de mi Valencia CF.

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