Me desperté ayer pensando en el Valencia CF. Pensando en los valencianistas que se manifestaron en Mestalla y a todos los que se sumaron a esa protesta sin poder acercarse. Fue inmenso y vital al máximo. Y un día después -esto está escrito el jueves- me quedo en la cabeza dándole vueltas al himno de Tardor y a la bronca que me pegó mi hijo mediano por no haberlo llevado a Mestalla el miércoles pasado. Les cuento.El himno grabado

No lo puedo evitar pero esa canción de Tardor la tengo metida en la cabeza de forma casi permanente. Es una delicia y suena a himno pagano de un club con una historia tremenda y un presente complicado. Pero fue precioso y yo me siento identificado con su música y con su letra. Bien, al margen de la canción debo decir que mi corazón está plenamente en contra de todos los disparates sin disimulos de Peter Lim y me sumo a la causa de forma absoluta pidiéndole que se pire de estas tierras.Lo de mi nano

Y sí, estoy lesionado del pie y apenas puede moverme de casa ni hacer mucha cosa que suponga un esfuerzo grande que no me puedo permitir en estos momentos de mi vida. Pues bien, el miércoles por la noche, sentado en el sofá de casa, me puse a mirar internet y por ahí se mostraba todo el valencianismo que se dio cita en Mestalla en contra de Peter Lim y de Peter LimAnil Murthy. Y estaba mirando las fotos (algunas tremendas, conmovedoras) y leyendo tuits cuando se me acercó mi hijo mediano y cabreado me dice que él quería haber ido a Mestalla, que eso de quedarse en casa era una faena.Una reacción

Ya le expliqué a mi nano que yo no podía ir tal y como tengo el pie, pero el seguía con mala cara y algo cabreado. El nano tiene diez años, es jovencito, pero y siente los colores del Valencia de una forma formidable. Y a mi, en el fondo, me gustó verle cabreado por no poder llevarlo a la manifestación. Sentía los colores, siente los colores y está cabreado a lo bestia con Lim pese a su tremenda juventud. Y ahí comprendí que el valencianismo tiene una fuerza especial, un sentimiento imparable, y que tarde o temprano esto lo vamos a poder solucionar. El valencianismo es así, y «és això el que ens fa grans».

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