No es para volverse loco de alegría, pero sí que es un punto positivo para este Valencia CF que venía siempre encajando goles partido tras partido, y que Valencia CFen el duelo contra el Eibar, sin hacer nada del otro mundo, merece la pena destacar que no encajó ni un solo gol en contra. Eso ya es un paso para un Valencia acostumbrado a sacar balones de su portería y muchas veces en los primeros minutos de cada partido. Podemos pensar que el demérito es del Eibar, que no aprovechó sus ocasiones, pero yo prefiero pensar que Jaume puso un cerrojo en su meta y eso, unido a los errores de los atacantes del conjunto local, al final le dio ese puntito al Valencia CF que no es nada memorable, pero resulta que sin encajar goles en contra este equipo sí ganará partidos, de hecho estuvo muy cerca de conseguirlo.

El banquillo

Lo curioso y llamativo de este Valencia CF es ver el banquillo de suplentes, donde no se ven esos jugadores que puedan dar un giro al partido e inclinarlo a su favor. Ese banquillo es francamente tristón y eso se debe a las bajas que se van acumulando y a la restricción de LaLiga para rebajar el coste de la plantilla, noticia que ha aprovechado Peter Lim. Eso significa que el banquillo del Valencia CF es ahora francamente flojito para encarar los partidos y sobre todo cuando hay que cambiar una dinámica o un marcador. Sin recambios de garantías buscar el gol se convierte en un camino casi inexistente para este Valencia CF en plena campaña de reconstrucción con los mimbres que hay, que no son los que nos gustaría tener. Vale, sí, el Eibar trabajó lo suyo y es un equipo que te hace trabajar. En un partido normal, un Valencia normal contra un Eibar normal, el pronóstico debería ser claramente favorable al Valencia, aunque la realidad en estos últimos años no ha sido así. Desde que el Eibar llegó a primera el Valencia ha jugado siete veces allí, solo ganó una, perdió tres partidos y empató otros tres.

Y lo de Gracia

Miren, ayer pensaba en el entrenador del Valencia CF y en mi vecino de escalera, con el cual me cruzo todos los días. Y la comparación -en boca de mi vecino y con cierta razón- es la siguiente. En los tiempos que vivimos, con el Covid mandando en todas las facetas de nuestra vida, te pueden engañar como el Valencia ha engañado a Gracia. Ahora bien, si usted o yo o el vecino del quinto cobráramos lo mismo que el entrenador del Valencia seguramente nos dejaríamos de historias, de protestar y de mirar hacia atrás, para centrarnos en lo que realmente importa, que es currar y sacar al equipo adelante en las circunstancias que hay. A mi me encantaría ser ese Gracia engañado para trabajar con todo el empeño y cobrar. No dudo que así lo está haciendo.

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