Dior está libre. Y todo el mundo, desde tu madre a ese amigo al que la moda no le interesa en absoluto, sabe qué es Dior. Después de que Raf Simons presentara su dimisión, la casa francesa de moda busca director creativo o, más bien, a la persona que se convertirá en el diseñador vivo más importante del mundo.

En las quinielas sobre quién será el próximo fichaje los contrincantes siguen el mismo perfil: hombre, blanco, homosexual y sin hijos. Ese es el caballo ganador para las marcas. Casi nunca se tiene en cuenta a una diseñadora y no será porque en el sector no trabajen mujeres capaces de dirigir a un equipo de diseño.

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