El pasado sábado, mientras aquí teníamos una pareja montando un espectáculo erótico-festivo en el andén del metro de Barcelona, en Estados Unidos millones de personas sintonizaban HBO para ver un programa especial del que poco se sabía horas antes. Beyoncé tramaba algo llamado Lemonade, y al final éste se tradujo no sólo en una película de una hora de duración, sino también en un nuevo disco estrenado exclusivamente a través de Tidal, la plataforma anti-Spotify auspiciada por su marido, Jay-Z.

Sigue leyendo en