Es imposible desbancar a Milán y a París como grandes capitales de la moda. Pero para ser justos hay una tercera ciudad que cumple con las credenciales históricas y económicas para figurar en la cima del negocio. “Florencia es la ciudad de los tejidos desde el Renacimiento. Después se convirtió en la de los sastres de prestigio y, finalmente, durante el siglo XX, fue cuna y sede de grandes zapateros, como los Gucci o los Ferragamo“, cuenta Lapo Cianchi, director de Comunicación y Relaciones Internacionales de la Feria Pitti Uomo.