"Soy así, no tengo profesión. Puedes escribir: Serge Lutens. Sin profesión, y cien profesiones a la vez". Monsieur Lutens (Lille, 1942) nos recibe en su riad de Marrakech. Una casa que lleva 40 años en obras. Elegante, de negro y con bastón, aparece educado y seductor en uno de los tantos jardines de la casa. Se prodiga poco y sabe agradar a todos. "Hueles bien", "Tienes fuerza en la mirada", "Tienes el don de la palabra". A la mano un elogio para todos. Hoy su pretensión no es otra que dejarnos con la boca abierta mientras recorremos esta especie de catedral de la arquitectura marroquí donde se pasa continuamente de la más absoluta oscuridad a la luz. Algunos dicen que es una metáfora de su estado mental...