ALGUNOS ELITISTAS SE LAMENTAN: “El arte se ha convertido en un fenómeno de masas”. Riadas humanas que mendigan un instante de visión; colas y récords de audiencia de público han convertido algunas exposiciones en rotundos éxitos populares. Bienvenida sea la democratización de la belleza en su estado más elevado. De Van Gogh a Rubens, de Gauguin a Hopper. Pero también hay lugar para el recogimiento. Una mujer frente a un cuadro. Es capaz de interpretar la sombra de su intimidad. Parece no haber nadie más allí, entre sus ojos y el lienzo. Más que contemplarlo, lo está sintiendo.