De ascendencia libanesa, Lina Iris Viktor jamás ha pisado el país de sus orígenes. Y, aunque afirma sentirse fuertemente vinculada a él, existe una región por encima de sus estados a la que reconoce estar conectada con mayor conciencia. África es para esta artista británica a la que varias veces han acusado de no ser “suficientemente negra” una fuente de inspiración, pero también de reconocimiento. Lina cuenta que comenzó a entender la necesidad de estudiar la historia del continente cuando se mudó a Estados Unidos, donde ahora expone A Heaven. A Hell. A Dream Deferred en el New Orleans Museum of Art (del 5 de octubre 2018 al 6 de enero 2019). “Los compañeros afroamericanos que conocí en la universidad abrazaban y exploraban su identidad”, cuenta.