En el extranjero, pronunciar su apellido paterno resultaba complicado. Urquiyo, Uriqueio, Arquiho, pero nunca Urquijo. Así, María Urquijo hoy se hace llamar María Simún. “Mun” por sus iniciales (nombre y apellidos) y “si” por el empeño que pone en pensar siempre en positivo. La combinación de ambas sílabas resultó funcionar. Casualmente la palabra “simun” hace referencia a los vientos rojos. De alguna manera, la joven madrileña, descendiente de artistas, encontró cierta conexión entre el concepto y su personalidad.