Durante el verano aumentan los viajes y, con esto, los desplazamientos, momentos que se convierten en un mal trago para aquellos que se marean en el trayecto, pues la sensación de malestar puede ser permanente y hacer que no se disfrute de este momento.

Los mareos, o cinetosis en términos médicos, se producen porque el cuerpo experimenta una discordancia entre lo que siente y lo que ve. Además, a pesar de que es una sensación frecuente (1 de cada 3 personas se marean), no es una sensación normal y, por tanto, hay que corregirla.

"Los mareos tienen que ver con una alteración en la integración de la información que recibimos: cuando nuestro cuerpo está en movimiento recibe, a través del sistema visual, el sistema vestibular periférico (oído) y el sistema propioceptivo, diferente información. Si esta información no concuerda o encaja, se produce el mareo", ha explicado el fisioterapeuta especialista en reeducación postural global y rehabilitación vestibular (vértigo-mareos-inestabilidad) del Centro de Prevención en Artes Escénicas (CPAE), Santiago Crucci.

Por todo ello, desde CPAE han elaborado una serie de consejos para evitar pasar por esta situación durante el verano:

1. Mantener una postura erguida y tratar de mirar al frente. Cuando se mira dentro del vehículo, el cerebro tiende a pensar que la persona está quieta. Esa disonancia entre lo que percibimos y lo que en realidad está ocurriendo puede desencadenar en mareos.

2. Evitar comidas copiosas o el consumo de alcohol antes de viajar, pero tampoco es recomendable viajar en ayunas; es mejor ingerir algo sólido, aunque ligero.

3. No mantener la vista fija en un punto. Evitar leer ya sea un libro, la tablet o el móvil. Cuando se lee, el cerebro recibe información de que se está quieto, aunque la realidad que se percibe a nivel sensorial (curvas, parones o acelerones) sea de que se está en movimiento. Esta incoherencia puede provocar cinetosis.

4. Elegir las zonas de menor movimiento dentro del vehículo. En el autobús es recomendable ir en la parte delantera; en el barco, en la zona del medio o en la cubierta; y en el avión, cerca de las alas.

5. Visitar a un especialista en rehabilitación vestibular y posturología clínica, pues cada persona es diferente, por lo tanto, se requiere una evaluación específica en donde se pueda diferenciar cuál o cuáles de los sistemas sensoriales entra en conflicto y, a partir de ello, establecer un plan de tratamiento acorde a la individualidad de cada uno.

Otro de los consejos que han subrayado desde CPAE es aprender a diferenciar los mareos del vértigo, pues en este último, la persona tiene la sensación de movimiento de las cosas o del él mismo; mientras que el mareo es la sensación antes descrita, una diferencia de importancia, ya que las causas que los producen son diferentes y requieren de tratamientos distintos.