Una buena higiene de manos es tan importante como secarnos de forma correcta. Cada día nuestras manos pueden entrar en contacto con 10 millones de bacterias, y, seguramente, las pantallas de los móviles son las que más agentes potencialmente patógenos nos pueden transmitir.

Los geles desinfectantes ayudan a mantener nuestras manos libres de bacterias, pero siempre deben ser usados después del lavado y no como único elemento de higiene. Lo que no ayuda es el secador de manos de aire caliente. Su uso no es aconsejable ya que el calor es el mejor aliado de los gérmenes.

Por ello, cada 15 de octubre se celebra el Día Mundial del Lavado de Manos, para concienciar sobre la importancia de esta práctica. Promover esa acción cotidiana es primordial para mantener un buen estado de salud y mejorar la calidad de vida.

Este día cobra vital importancia en la actualidad ya que cada día mueren en el mundo 2.000 niños por culpa de enfermedades como la diarrea, provocada por la falta de agua potable e higiene.