Año tras año los españoles ganan una media de entre 2 y 5 kilos durante las fiestas navideñas. Este aumento de peso en Navidad responde al hecho de que los compromisos sociales se multiplican. Esto se traduce en un exceso de comidas ricas en calorías, agrupadas en un corto período de tiempo. Además, hay que tener en cuenta que la gastronomía navideña se compone de productos que normalmente no consumimos el resto del año. Se trata de dulces típicos y recetas especiales, que suelen ser ricas en azúcares y grasas.

Por otro lado, el ambiente festivo-vacacional de la Navidad induce a un mayor consumo de bebidas alcohólicas, con las calorías que éstas aportan al organismo. Tal y como explican los expertos en nutrición, el alcohol es una fuente calórica que no aporta elementos nutritivos. Por ello, bebemos sin tener la sensación de saciedad que nos producen las comidas copiosas. Las bebidas alcohólicas nos proporcionan lo que se conoce como "calorías vacías". Además, el alcohol contribuye al almacenamiento de las grasas, ya que frena la quema de las mismas.

Con estos datos, el alcohol es el aliado perfecto para que esos kilos de más que se cogen en Navidad se queden en nuestro organismo.

Consecuencias de los excesos navideños

Según los nutricionistas, necesitaremos entre uno y dos meses para desprendernos de los kilos de más adquiridos durante las navidades.

Además, el reloj biológico también tiene mucho que decir, pues a más edad, encontraremos más dificultad para perder peso, especialmente durante las etapas de la menopausia y la andropausia y en adelante.