Las prácticas sexuales son de lo más diversas y curiosas, en función de cada pareja. Los gustos sexuales de cada persona son únicos y, en muchas ocasiones, peculiares.

Cada uno encuentra su clímax con una postura determinada o en un ambiente específico.

Para conocer la amplia variedad de términos que deja el sexo, desgranamos un diccionario de prácticas sexuales curiosas y, a la vez, impronunciables.

Matutolagnia

Se trata del gusto para practicar sexo por la mañana, justo al despertarse. Ese momento en que abrimos los ojos y buscamos a nuestra pareja con la intención de empezar el día de la mejor manera. Ese sexo "mañanero" es una práctica de lo más extendida y , seguramente, hasta ahora no sabías ni que tenía nombre técnico.

Tickling

Una práctica sexual de lo más divertida, a quien le guste. Consiste en conseguir el orgasmo a través de lo que se consideran las "cosquillas eróticas". El placer llegará mediante las cosquillas en las zonas más erógenas de tu pareja.

Altocalcifilia

Esta práctica sexual está relacionada con el uso de tacones altos. Sus seguidores buscan el placer con la utilización de tacones altos. Este tipo de calzado se convierte en su juguete sexual para alcanzar el clímax total.

Parcialismo

El placer sexual en este caso se concentra en una parte concreta del cuerpo. Si para unos la boca, el cuello o las orejas pueden ser sus zonas erógenas, en el parcialismo el interés se centra en zonas del cuerpo más peculiares. Estas pueden ser las axilas o la nariz. A los seguidores de esta práctica les encanta besar o lamer estos sitios de la anatomía de sus parejas.

Abdorgasmo

Los que tienen la suerte de disfrutar de esta práctica sexual pueden sentir el placer en situaciones de lo más inesperadas. Se trata de aquellos a los que les sobreviene el orgasmo montados en una bicicleta, cuando nadan o, simplemente, caminando deprisa.

Ursusagalamatofilia

Este impronunciable nombre esconde tras de sí el gusto por practicar sexo disfrazados de animales. Las parejas a las que les gusta esta práctica se disfrazan de oso o de conejita para excitarse al máximo y conseguir el mayor placer sexual posible.

Bangover

Este término está relacionado con las agujetas resultantes de la práctica sexual. Ese día después en que el cuerpo recuerda aquellas posturas o movimientos que consiguieron llevarte hasta el orgasmo.