El número de fumadores en España ha descendido al 22%, la cifra más baja en 30 años, aunque el descenso cada vez es más lento, sobre todo en las mujeres, según la Encuesta Nacional de Salud 2017, que muestra que el 74% de la población percibe su estado de salud como bueno o muy bueno.

La encuesta, hecha pública hoy y elaborada a partir de los datos de 29.195 personas, muestra que los hombres tienen mejor salud ya que el 77,8% asegura sentirse bien mientras que la cifra en las mujeres baja al 70,4%, además, ellas hacen más uso de los servicios sanitarios.

No obstante, en lo que se refiere a estilos de vida las mujeres presentan mejores indicadores en ámbitos como el tabaco, alcohol o el sobrepeso, si bien las diferencias se igualan a los 85 años o más.

Según los datos aportados por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, la obesidad en adultos ha aumentado en los últimos 30 años del 10 % al 17 % y es más frecuente en hombres (18,2 %), que en mujeres (16,7 %). La cifra en menores se sitúa en el 10 %.

La encuesta constata que la obesidad afecta en mayor medida a las clases menores favorecidas, sobre todo en el caso de las mujeres.

Algunos factores de riesgo comportamentales mejoran como lo demuestra el consumo de tabaco, de forma que el 22,1 % de la población adulta afirma que fuma a diario, la cifra más baja de los últimos 30 años. Sin embargo, el descenso es cada vez más lento, sobre todo en las mujeres.

El consumo de alcohol también ha descendido, según muestra la encuesta: el 36,5 % de los adultos consume habitualmente bebidas alcohólicas, -los hombres (49 %) doblan a las mujeres (24,6%)-, cifra que ha descendido 12 puntos en el último decenio desde el 48,4 % en 2006.

Por su parte, uno de cada diez jóvenes de entre 15 y 34 años se expone mensualmente a los riesgos del consumo intensivo y casi uno de cada 20 lo hace semanalmente.

La encuesta desvela mejoras en la alimentación, un aumento de la lactancia materna y del consumo de fruta, aunque éste último junto con el de verduras debe seguir aumentando.

Los datos también reflejan un aumento de la población que valora su estado de salud, de hecho el 74 % opina que es bueno o muy bueno y destaca especialmente la mejora en el grupo de edad de entre 65 y 74 años, al incrementar su sensación de tener buena salud quince puntos porcentuales entre 1987 y 2017.

Sigue aumentando la prevalencia de factores de riesgo cardiovascular y de otras enfermedades crónicas: hipertensión arterial (19,8 %), colesterol elevado (17,9 %), obesidad (17,4 %) y diabetes (7,8%), de hecho, en muchos casos se ha doblado en las últimas tres décadas.

Por otra parte, el 37,8 % de la población ocupa el tiempo libre de forma casi completamente sedentaria y en el caso de las mujeres ese sedentarismo es mayor (41,9 %) que en hombres (33,5 %).

La población con dependencia funcional ha subido cinco puntos con respecto a 2014 y la población mayor de 65 años con dificultad para llevar a cabo las tareas del hogar ha pasado del 47 % al 52 %.

La utilización de los servicios sanitarios ha evolucionado a lo largo de las últimas dos décadas.

Ha habido un incremento de la participación de la población en la realización de prácticas preventivas: vigilancia de la tensión arterial, colesterol y glucemia, así como detección precoz del cáncer de mama, cuello de útero y colon. En esta edición, la encuesta cumple 30 años.