El riesgo de aborto espontáneo varía mucho con la edad de la mujer, muestra un fuerte patrón de recurrencia y aumenta después de algunas complicaciones en el embarazo, según un estudio realizado por expertos noruegos y cuyas conclusiones se publican este miércoles en 'The BMJ'.

Los hallazgos sugieren que el aborto espontáneo y otras complicaciones del embarazo podrían compartir las causas subyacentes, lo que justifica un estudio adicional, afirman los autores. El aborto espontáneo es un resultado común del embarazo, pero el riesgo es difícil de estimar debido a un registro inconsistente. Noruega es uno de los pocos países donde se han recopilado los datos sobre abortos espontáneos de manera constante desde 2008.

Así que un equipo de investigadores, dirigido por Maria Magnus, del Instituto Noruego de Salud Pública, se propuso estimar el riesgo de aborto involuntario entre mujeres noruegas y evaluar la asociación con la edad y el historial de embarazos. Usaron registros de salud noruegos (registro de nacimiento médico, registro de pacientes y registro de abortos inducidos) para identificar todos los embarazos en Noruega entre 2009 y 2013.

Fuerte riesgo de recurrencia de aborto involuntario

Se estimó el riesgo de aborto espontáneo de acuerdo con la edad de la mujer y el historial de embarazo, teniendo en cuenta los abortos inducidos. Hubo 421.201 embarazos durante el periodo de estudio. Después de tener en cuenta los abortos inducidos, la tasa global de aborto involuntario fue del 12,8 por ciento. El riesgo de aborto involuntario fue más bajo entre las mujeres de 25 a 29 años (10 por ciento) y aumentó rápidamente después de los 30 años, alcanzando el 53 por ciento entre las mujeres de 45 años y más.

También hubo un fuerte riesgo de recurrencia de aborto involuntario. Después de un aborto involuntario, el riesgo de otro incrementó; después de dos, el riesgo se duplicó, y tras tres abortos consecutivos, el riesgo fue cuatro veces mayor, según los datos de esta investigación.

Las complicaciones previas del embarazo también predijeron un mayor riesgo de aborto espontáneo. Por ejemplo, si el parto anterior terminó en un parto prematuro, cesárea o si la mujer tenía diabetes durante el embarazo (diabetes gestacional). Sin embargo, la preeclampsia (presión arterial anormalmente alta) en el embarazo anterior no se vinculó con un mayor riesgo de aborto espontáneo. Las mujeres que nacieron pequeñas también tuvieron un mayor riesgo de aborto involuntario.

Este es un estudio observacional y, como tal, no puede establecer la causa, y los investigadores señalan algunas limitaciones, como la posibilidad de que no se contemplaron los abortos espontáneos que no dieron lugar al contacto con servicios de atención médica especializados.

Sin embargo, dicen que sus resultados proporcionan estimaciones más precisas del riesgo de aborto involuntario relacionado con la edad de la madre y sugieren que el riesgo de aborto espontáneo está relacionado con algunas complicaciones previas del embarazo. "Estudios más específicos de estas asociaciones podrían conducir a nuevas perspectivas con respecto a las causas subyacentes compartidas de las complicaciones del embarazo y el aborto espontáneo", concluyen.