Adelgazar es fácil, aunque no lo es tanto evitar el temido efecto rebote. Dicho esto, hay que huir de esas dietas milagro que prometen perder muchos kilos en poco tiempo y es que el cuerpo necesita periodos de adaptación para que los cambios en nuestra figura sean realmente efectivos. La clave, como es natural, tendrá la base de cambiar el chip y para ello es necesario tener una buena planificación... y fuerza de voluntad en momentos decisivos.

Lo primero de todo es tener una relación sana con la comida y eso supone evitar dietas extremadamente estrictas en personas que están acostumbradas a comer grandes cantidades de hidratos o no contar en absoluto con frutas y verduras hasta ahora. Aunque pueda parecer un tema sin importancia, es fundamental saber qué debemos comer y por qué. Por ejemplo, si el objetivo es perder peso, debemos de reducir la ingesta de grasas e hidratos, pero nunca de nutrientes. Sin embargo, los hidratos de carbono de calidad han de estar presentes en la dieta porque aportan una fuente de fibra necesaria (aquí te explicamos la diferencia y ejemplos de carbohidratos buenos y malos).

Ejemplo de lista de la compra saludable

Lo primero es no fiarse de esas etiquetas que prometen productos "cero", "light" o "bajo en calorías", que generalmente tienen un alto contenido de edulcorantes o azúcares que no nos harán ningún bien. Cambiar el chip tiene que conllevar cambios en la forma en la que compramos. Las frutas y verduras han de ser las protagonistas de la cesta de la compra (en este enlace te desvelamos cuál es la fruta de la que todo el mundo habla para perder peso sin esfuerzo). Otro de los ajustes que hay que llevar a cabo es procurar consumir productos integrales. Confiemos en la 'real food'.

[Si no sabes qué cocinar, aquí te ofrecemos algunas recetas]

¿Qué debemos comprar entonces? Legumbres, frutas y verduras, aceite de oliva, carne y pescado, frutos secos... Nada de ultraprocesados (consulta los cinco alimentos que tomas a diario y debes dejar de consumir para perder peso).

Además, no hay que olvidarse de que el deporte es nuestro gran aliado, aunque si tu rutina diaria evita que puedas practicarlo con regularidad, recuerda que para lograr ese déficit calórico necesario para adelgazar, siempre puedes aparcar el coche o la moto y andar. Lo recomendable es alcanzar los 15.000 pasos diarios, así que ni lo dudes, ponte un buen calzado y sal de casa siempre que puedas.

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