Dejar de fumar y no dejarse la cartera en el intento será a partir de este 2020 algo más fácil: desde este miércoles la vareniclina y el bupropión, dos tratamientos farmacológicos para dejar de fumar, están ya financiados por el Sistema Nacional de Salud y serán accesibles vía receta. Es la primera vez que la sanidad pública asume el coste de los tratamientos de deshabituación tabáquica en un intento de atajar las cifras de fumadores y, sobre todo, de muertes relacionadas con el tabaco: unas 58.000 anuales en toda España.

El primer paso está dado pero no todo el mundo que quiera podrá acceder a la receta del Champix (nombre comercial de la vareniclina y cuyo precio ronda los 80 euros) o del bupropión. El Ministerio de Sanidad ha puesto unas condiciones mínimas para "filtrar" a los fumadores que podrán acceder a la receta a través de su médico de Familia y asegurar así que los 7,9 millones de euros que prevén invertir en la medida en este 2020 sean lo más efectivos posibles.

De forma general, los pacientes deberán cumplir unos criterios establecidos: tener motivación expresa de dejar de fumar que sea además "constatable" con al menos un intento en el último año; fumar diez o más cigarrillos al día y tener un alto nivel de dependencia (calificado por el test de Fagerström con un siete o más).

Tratamiento de 3 meses

Las comunidades autónomas deberán primero elaborar o adaptar programas de apoyo de deshabituación tabáquica, ya que el objetivo no es solo recetar un medicamento sino hacer un abordaje global del paciente y poder hacer un seguimiento de sus avances. Cada receta servirá para un envase (que equivale a un mes de tratamiento), y el proceso completo dura entre nueve y doce semanas. Eso sí, la sanidad pública se ha puesto un tope: solo financiará un intento anual por persona, no más.

Según los cálculos del Ministerio de Sanidad, la medida beneficiará en este primer año a 83.800 personas en toda España, por lo que es de esperar que en la C. Valenciana llegue a unos 8.000 fumadores atendiendo a las cifras de población. "El éxito en la cesación tabáquica en personas que lo hacen sin ayuda es del 5 % frente al 30-40 % en aquellas que siguen un tratamiento farmacológico específico y cuentan con apoyo psicológico", incidió ayer la ministra de Sanidad, Mª Luisa Carcedo, que recordó que solo a través "de un abordaje integral y con medidas multisectoriales de carácter legislativo, sanitario y educativo harán posible la prevención y control del tabaquismo".