En cualquier enfermedad infecciosa hay "supercontagiadores" o personas con una capacidad de transmitir un virus por encima de la media, y "es muy probable" que el coronavirus también cuente con esta figura, dice a la Agencia Efe Fernando de la Calle, especialista en patologías tropicales y encargado del primer caso de ébola en España, quien cree que la alarma social generada "se nos está yendo un poquito de las manos".

"Hay una alarma de momento desmedida en la sociedad. Hay que esperar a ver qué es lo que vamos sabiendo del virus, al que conocemos prácticamente desde hace un mes. Estamos malacostumbrados a pensar que la ciencia lo sabe todo, pero cuando sale un virus nuevo, hay que esperar a ver cómo se comporta", resalta a Efe este experto.

Fernando de la Calle es adjunto a la jefatura de la Unidad de Medicina Tropical y del Viajero del Hospital Universitario La Paz-Carlos III de Madrid y hace cinco años formó parte del equipo médico que atendió a los tres españoles infectados con el virus del ébola.

En una entrevista con la Agencia Efe, afirma que decretar una alerta sanitaria como ha hecho la Organización Mundial de la Salud (OMS) no es más que "poner un foco de atención en algo que no se conoce" y tomar medidas, pero eso no implica que "vaya a ser catastrófico ni lo más mortal que ha existido".

¿Por qué no lo hizo desde el primer momento con el coronavirus de Wuhan? Pues por varios factores que van más allá de sus tasas de mortalidad, como pueden ser su expansión o el impacto que está teniendo en un territorio. "Es importante transmitir tranquilidad", abunda De la Calle, que añade: "Creo que se nos está yendo un poquito de las manos porque vivimos en una sociedad en la que necesitamos información ya, corriendo, y somos muy de extremos, nos cuesta encontrar los puntos intermedios: o parece mucho o no parece nada".

De la misma manera, la gente tiende a "obsesionarse" con la terminología cuando surge un virus nuevo, como opina que está sucediendo con la figura del "supercontagiador". "En cualquier enfermedad infecciosa es un elemento que sí que existe y en otras infecciones ha pasado", explica.

Podría ser el caso de la ciudadana china residente en Shanghái que viajó a Munich y que contagió allí a cuatro personas que estuvieron en contacto con ella, una de las cuales podría a su vez haber transmitido el virus al turista alemán que ha dado positivo en coronavirus en España y que guarda cuarentena en la isla canaria de La Gomera.

Varios factores

Sin embargo, aclara De la Calle, "no sabemos" con certeza que estos casos de supercontagio "estén sucediendo ahora. Es probable, pero no porque sea este coronavirus, sino porque en muchas enfermedades infecciosas sucede", insiste. Los factores que explican que una persona tenga esa mayor capacidad transmisora pueden ser intrínsecos, derivados de su sistema inmunitario, que hace que lleve "más cantidad de virus en su sangre, en sus fluidos o en su árbol respiratorio".

También puede ser debido a motivos epidemiológicos que provocan que "su poder diseminador haya funcionado más que nada por su comportamiento social". De la misma manera, hay personas con una mayor sensibilidad a ser contagiadas por sus características, "de su genética, de su fisionomía, de su cuerpo, de su sistema inmunitario...".

Como en toda enfermedad vírica, el coronavirus nacido en un mercado de Wuhan puede no reportar ningún síntoma al infectado, como le ocurre al ciudadano alemán ingresado en La Gomera. "El espectro de intensidad de síntomas va desde los casos muy leves, que puede simular un cuadro leve respiratorio, hasta el fallecimiento", detalla.

Pero lo que sí se sabe es que el 2019-nCoV presenta un índice de letalidad mucho más bajo que sus antecesores, el síndrome respiratorio agudo grave (SARS) en 2003 o el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS) en 2012: solo el 2% de los contagiados han fallecido, frente al 10 % y el 35 % de los anteriores. La mitad de los 361 muertos presentaban factores de riesgo como hipertensión, diabetes o enfermedades pulmonares.

El tiempo que puede permanecer en el cuerpo es de 14 días, los mismos que tendrán que permanecer aislados en el Hospital Gómez Ulla de Madrid los 19 españoles repatriados de Wuhan. Una medida que a De la Calle le parece "suficiente para estar tranquilos", pues son personas sanas.

Con todo, no descarta que pueda saltar algún caso más en nuestro país. "Por poder, puede haber. Es un virus que se está extendiendo y nadie puede asegurar que no vaya a haber", dice. De la Calle no se atreve a vaticinar cuando se podrá dar por controlado este brote, pero de su experiencia con otras epidemias sí que tiene una cosa clara, y es que "depende de cómo se comporte el virus en otros países. Esto va a ser muy cambiante y, de un día para otro, puede cambiar todo".