"Este virus tiene un índice de contagio casi tres veces superior a la gripe. Eso es lo que ha provocado esta pandemia tan brutal. Nadie imaginó que iba a llegar a suceder algo así". El jefe del servicio de Neumología del CHOP explica los tratamientos que se están llevando a cabo desde el área sanitaria para curar a los enfermos del coronavirus. Desde fármacos usados con el sida hasta uno del ébola.

¿Está conviviendo el coronavirus con enfermedades como la gripe o la neumonía en el área sanitaria de Pontevedra?

La gripe comenzó relativamente tarde, a finales de enero, y prácticamente está agotada. Tenemos algún caso que otro, pero muy poco. Las neumonías, por su parte, suelen ser típicas de períodos de otoño o invierno porque muchas veces se asocian a infecciones por virus de la gripe o de otros, como el sincitial respiratorio. Ambas están ya en la etapa de pasar, con la llegada de la primavera. Eso sí, la neumonía la hay todo el año porque es una de las infecciones respiratorias más común. Con todo esto, hay una consecuencia clara del coronavirus, que si normalmente recibimos entre 150 y 170 personas en un día en Urgencias, con el Covid-19 está la media en unas 70 u 80, porque la gente tiene miedo a venir.

Sabemos que los síntomas del coronavirus son fiebre, tos y dificultad para respirar, pero ¿es fácil distinguirlos de los de una neumonía, por ejemplo?

A fin de cuentas, lo que produce el coronavirus es una infección respiratoria. La neumonía es otro tipo de infección. En general, la neumonía está provocada por bacterias en el pulmón. La más frecuente es el neumococo. Los síntomas son muy parecidos. En el caso de la neumonía hay fiebre, tos con expectoración y esputos purulentos de color amarillo-verdosos y dolor en el tórax, al tocar un poco la pleura. Por el contrario, lo que produce el coronavirus es una neumonía que nosotros llamamos "atípica". Lo que más produce es tos, pero irritativa, que no expectora. La fiebre aparece en el 93 o 93 por ciento de los casos de coronavirus. La tos en ocho de cada diez.

En los niños es mucho más benigna, ¿cuáles son los síntomas?

En los niños es muy asintomática, casi no se enteran. Eso es una faena porque pueden estar transmitiéndolo. Son una fuente importante de contagio.

¿Por qué con ellos no se ceba tanto el Covid-19?

De este virus estamos aprendiendo mucho. Se llama coronavirus porque tiene una especie de espículas, pinchitos. Esa es una proteína, la proteína S, que se une a un receptor en nuestras células, que se llama ACE2. Según tengas más desarrollado ese receptor, se infectan más células o no. Probablemente en los niños no está tan desarrollado.

¿Qué secuelas quedan en el cuerpo humano tras pasar la enfermedad?

En general, el que se cura lo hace sin ninguna secuela. En todas las neumonías a veces quedan pequeñas secuelas en las personas que han estado muy graves, en la UCI, porque han tenido lo que nosotros llamamos distrés respiratorio, con mucha afectación pulmonar. No deja de ser una inflamación del pulmón, no destrucción. Cuando el sistema inmune lo controla, se acabó.

¿Qué es lo que aconseja el ingreso de un paciente por coronavirus?

Cuando hay neumonía, en muchos casos hay insuficiencia respiratoria. Nosotros, en general, en este momento prácticamente a todos los pacientes con coronavirus que tienen neumonía los ingresamos. Es muy raro que los mandemos para casa, porque es la forma más grave. Y ponemos el tratamiento.

Solo paracetamol...

No, no, no. Tenemos varios tratamientos. Estos días se habló mucho del ibuprofeno, que era malo. No hay ningún estudio que lo demuestre. Pero bueno, nosotros en general recomendamos el paracetamol en el protocolo que hemos hecho en el servicio de Neumología porque como antitérmico es el mejor. Con certeza absoluta no hay ningún tratamiento, pero como los chinos han tenido tantos casos, han ido probando cosas. Este virus tiene una parte del ARN que es muy parecido al del virus del sida. A partir de ahí, se probó uno de los fármacos estándar del sida y parece que puede ayudar un poco. Nosotros ya hemos puesto este tipo de fármacos a varios pacientes y, por ejemplo, uno de los jóvenes que tenemos con una neumonía muy grave está respondiendo muy bien y casi ha salido del peligro.

¿Qué otros tratamientos están usando?

Antiinflatorios como la cloroquina, que usa para tratar el paludismo y en enfermedades inmunológicas como el lupus, que parece que bloquea un poco la entrada del virus en las células. Además, hay algún fármaco que estimula las propias defensas, el interferón. También hay uno que se diseñó para el ébola, porque este virus tiene algunas similitudes con el del ébola. Ese lo tenemos todavía como la última opción y en caso de que todo vaya mal.

Parece esto una carrera contrarreloj, da la impresión de que sería mejor contagiarse un poco más adelante...

La verdad es que nos está dando la sensación de que algo responde la gente. Para tratar de tranquilizar a la población, el riesgo aumenta con la edad. Por cada año, se multiplica. Una persona con 50 años tiene un riesgo, pero el que tenga 60 años tiene un 100% de riesgo más, y así sucesivamente. Una persona joven tendrá algo así como una gripe. El problema son los mayores y quienes tienen el sistema inmunológico bajo.

¿Se puede recaer?

En teoría sí. No es una inmunidad permanente como pasa con el sarampión o la varicela. En este caso se podría volver a coger. Se está trabajando en una vacuna con 20 posibles moléculas. Lo que no sabemos muy bien es si va a mutar. Este virus tiene un índice de contagio casi tres veces superior a la gripe. Eso es lo que ha provocado esta pandemia tan brutal. Nadie imaginó que iba a llegar a suceder algo así.