Cuando comenzamos una dieta es habitual comenzar a 'contar' calorías y a pensar en qué tipo de alimentos se consumen y en qué cantidad. Pero es un error olvidar lo que bebemos. ¿Sabías que cambiando lo que bebes podrías 'ahorrarte' hasta 600 calorías al día? ¿Quieres un vientre plano? Te damos algunos consejos aquí.

Por ejemplo, comer o cenar con un refresco o beber alcohol son prácticas que te harán ganar calorías y subir de peso. Así lo especifa el nutricionista Joela Torres en su cuenta de Instagram. El especialista hace hincapié en que "las bebidas calóricas pueden hacer que no cumplas tu objetivo a la hora de perder peso", así como que "no tendemos a prestarles atención" cuando son tanto o más importantes que los alimentos sólidos.

No basta con cambiar las bebidas azucaradas por un refresco light o zero azúcar (aunque evidentemente ese cambio ya se nota). Hay que ir más allá y comenzar a beber, sobre todo, más agua. Pero hay otras bebidas también recomendables como las infusiones.

Ventajas de beber agua para perder peso

Beber agua puede ayudarte a adelgazar por varias razones: la primera es que te sacia e impide que sigas comiendo. Recuerda que tomarte un vaso antes de cada comida te puede ayudar a que tu estómago esté más lleno cuando te enfrentes al almuerzo y a la cena. Pero ese no es su único beneficio. El agua también te permitirá ir mejor al baño.

El alcohol engorda mucho

Pero si hay algo prohibido en lo que respecta a bebidas si quieres perder peso esas son, sin duda, las bebidas alcohólicas. Es cierto que no todas tienen la misma graduación ni aportan a tu cuerpo las mismas calorías pero no es menos cierto que cuanto menos alcohol bebas mejor será para tu salud y para las calorías que sumas.