Los chinos ya tienen un lugar seguro por el que caminar sin tener que parar sus simultáneas conversaciones en aplicaciones o de jugar por el móvil: el carril para móviles de la megalópolis de Chongqing, una idea recién estrenada que ya está generando polémica y críticas.

Se trata del primer carril oficial instalado en una ciudad para personas "enganchadas" al móvil, aquellas que caminan sin despegar la cabeza de su aparato y con riesgo de chocar con otras por la acera.

La idea nace de una empresa local, Meixin, quien vio la oportunidad de hacer negocio cuando el canal estadounidense National Geographic "pintó" vías similares en la ciudad de Washington este verano a modo de experimento sociológico.

La firma no dudó en dar un paso más e implementar la iniciativa de forma permanente en China, donde 700 millones de sus más de 1.300 millones de habitantes ya cuentan con un teléfono móvil y las tasas de consumo de internet en estos aparatos son de las más elevadas (158 minutos por día, mientras la media mundial se sitúa en 117, según un estudio de 2013 publicado por un medio oficial chino).

"Hoy en día, con el desarrollo de los teléfonos inteligentes, es muy común que la gente aquí juegue al móvil cuando camina, así que imitamos a National Geographic y decidimos ofrecer esta vía especial en nuestra ciudad", explicó esta semana a los medios de comunicación Lu Xiaoqing, un representante de Meixin, la firma creadora.

El diseño de la vía se ha hecho al estilo de un carril bici: mediante unas marcas en el suelo, en este caso, de color blanco, que dividen una acera empedrada en dos.

Por un lado, se encuentra un dibujo de un móvil dentro de la señal de prohibición y con las letras "No móvil" en caracteres chinos y en inglés, mientras en el otro, aparece la indicación "Teléfonos vayan por esta vía, bajo su propia responsabilidad", también en ambos idiomas y con el dibujo de un aparato en grande.

El paseo mide unos 50 metros y se ubica en un puente que cruza una de las zonas más turísticas de esta urbe, por la que caminan más de 5 millones de habitantes.

Como predijeron sus diseñadores, la polémica no tardó en llegar, y sin cumplirse una semana desde su estreno, ya se han multiplicado las críticas por su "poca utilidad", su "irresponsabilidad por alentar a una mayor adicción de la actual" o hasta su ubicación.

"Se encuentra al lado de una carretera, si la gente no tiene cuidado y encima se le alienta a que no miren por dónde van, puede convertirse en un punto negro", opinó una ciudadana de Chongqing en la red social Weibo, el Twitter chino.

Junto a ella, otros expertos locales y periodistas también exponían sus dudas sobre los riesgos. "China es un país con un gran número de adictos a videojuegos, y ¿ahora les incentivamos a seguir jugando mientras caminan?", señalaba un analista en la televisión de Chongqing.

"El paseo de móvil tiene más sentido simbólico que real", sentenciaba Ren Qiliang, un catedrático que denostaba la seriedad de los análisis sobre la nueva vía y descubría el secreto del controvertido proyecto: "Se trata de diversión, y de publicidad. De turistas. Los que va a ganar Chongqing con todos vuestros comentarios en internet".