¿Has pensado alguna vez por qué al ir a comprar un videojuego, te decantas por un 'shooter' sangriento en lugar de un apacible juego de plataformas? Según una nueva investigación de la Universidad de Nueva Gales del Sur en Australia, no lo decides tu, sino tu deseo sexual, ya que los jugadores de títulos violentos están más interesados en el sexo que los de otros géneros. En el caso de las mujeres, además, pasar horas jugando a juegos cruentos les hace sentir más atractivas.

El debate sobre los efectos de los videojuegos violentos lleva tiempo sobre la mesa; mientras unos consideran que acribillar a balazos a los enemigos mejora las habilidades cognitivas del jugador, otros apuntan hacia el desarrollo de una auténtica conciencia criminal, incluso cuando numerosas investigaciones han demostrado que los juegos violentos no generan una conducta agresiva.

Si este vínculo todavía no está del todo claro, tampoco lo está el de los juegos violentos y el sexo.

En este sentido, la nueva investigación, llevada a cabo por los doctores Michael Kasumovic y Tom Denson de la Universidad de Nueva Gales del Sur en Australia, pone de manifiesto que los juegos de violencia y el deseo sexual de los jugadores están estrechamente conectados, acabando así con el estereotipo de gamer inadaptado y desinteresado en el sexo opuesto. Según la conclusión del trabajo, los hombres y mujeres que juegan a títulos con contenido violento como Call of Duty, Gears of War, Mass Effect o Grand Theft Auto, tienden a tener un impulso sexual mayor.

Mientras que los hombres que participaron en el estudio no se sentían más atractivos hacia el sexo opuesto, las mujeres sí se sentían más atractivas y deseadas por sus respectivas parejas y por otros hombres tras jugar a videojuegos violentos. Según los autores del trabajo, esto se debe a que los videojuegos proporcionan a las mujeres una forma ecuánime de competir con los hombres sin diferencias fisiológicas, con lo que ganarles les produce una sensación de poder y dominación.

Si bien la investigación demuestra que la motivación para jugar a videojuegos violentos está muy ligada al sexo, esto no debe confundirse con la sobresexualización de la mujer en los mismos.