El 27 de febrero de 2018 Ana Julia Quezada convence Gabriel Cruz, hijo de su pareja, para que la acompañe a una finca en Rodalquilar: allí mismo acabó con su vida. Ocho días después, la mujer es detenida con el cadáver del niño en el maletero de su coche. Hoy cumple la máxima pena: prisión permanente revisable.