Mónica tenía 80 años, era alemana y vivía en este chalé desde hacía mas de 20. "Vino con su marido que falleció ya y vivía sola, comenta un vecino. "Era muy amable y muy reservada, no salía casi de su casa", comenta quien vive enfrente de ella. La mujer había llamado a un fontanero que fue el que, desde la verja, descubrió su cuerpo tirado en el suelo. Cuando llegaron los agentes comprobaron que tenía tres impactos de bala.