Cuando faltaban pocos minutos para las nueve de la noche, Genesis Barragan y su marido Emanuel, una pareja de Texas que se alojaban en el Acta Atrium del Eixample de Barcelona para disfrutar del Primavera Sound, charlaban con sus amigos, hospedados en el mismo hotel, porque había llegado la hora de ir al festival. Pero comenzaron a oír gritos "de dolor" de un hombre que aseguraba a viva voz que estaba secuestrado y que necesitaba una ambulancia. Genesis entiende español pero no daba crédito a lo que oía.