María Teresa Ariño, de 58 años, desapareció el 28 de agosto tras llegar al Hospital Santa Bárbara (Soria).

"'Usted no puede venir' me dijeron en la ambulancia. Llorando, le supliqué al sanitario: por favor, ¿no ve cómo está?". Miguel Perea, su marido, no olvida. "Aquí no puede entrar". El paramédico cerró la puerta. "Tere lloraba y gritaba: 'no me dejes Miguel'", recuerda. No volvió a verla más.

Conoce su historia.